La casa de moda Gucci se sumergió en la escena culinaria con la lujosa Gucci Osteria, un restaurante de paredes verdes con 50 asientos ubicado en el nuevo Gucci Garden, una combinación experimental de tienda, restaurante y museo en el corazón histórico de Florencia, Italia.
El chef del restaurante es Massimo Bottura, propietario de Osteria Francescana, el restaurante de tres estrellas Michelín de Módena que fue nombrado mejor restaurante del mundo en 2016.
Ahora completamente abierto al público, el menú incluye el desfile de pastas que uno espera de Bottura teniendo en cuenta el cameo cargado de carbohidratos de la Osteria Francescana en el show de Netflix Master of None.
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Los visitantes pueden degustar exquisitos platos de dorados tortellini enriquecidos con Parmigiano-Reggiano, un untuoso "cacio e pepe" y un cremoso risotto con champiñones. Pero el menú sin duda tiene también sentido del humor, pues ofrece interpretaciones de alta gama de un perro caliente, una hamburguesa (dato divertido: a Bottura le encanta Shake Shack), y de postre, una piña colada.
También hay un buen número de platos inspirados en los viajes de Bottura por el mundo, como tostadas peruanas y bollos estilo asiático rellenos de grasienta panceta de cerdo.
At the opening of the #GucciGarden, Three-Michelin-star chef @massimobottura, curator of the Gucci Osteria da Massimo Bottura. pic.twitter.com/tqP76rZuiA
— gucci (@gucci) 10 de enero de 2018
Los platos principales tienen un precio de 20 a 30 euros (24-36 dólares) cada uno: después de todo, esto es Gucci. "La alta costura y la alta cocina son una receta hecha en el cielo", dijo Bottura a los periodistas. Por buenas razones, el máximo ejecutivo de Gucci, Marco Bizzarri, y Bottura son amigos de la infancia.
Gucci no es en absoluto la primera marca de moda en cortejar al mundo de la comida. Prada posee la pastelería Marchesi de Milán. LVMH pronto abrirá la segunda ubicación de La Grande Epicerie, su tienda de comestibles de alta gama. Este año, Tiffany inauguró su restaurante de color azul claro, The Blue Box Café, en el cuarto piso de su tienda insignia de Nueva York.
La colección Primavera 2018 de Dolce & Gabbana, salpicada de vestidos estampados con cannoli y pendientes de zanahorias, parece sacada de la despensa de la cocina; de hecho, tenía incluso una línea de pasta D&G de edición limitada para cocineros caseros. Y ya en 2014, Chanel tenía en mente la cocina: ese año, la marca convirtió su pasarela en un supermercado gigante para la Semana de la Moda de París.
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El Gucci Garden se encuentra en el interior del Palazzo della Mercanzia, que data del siglo XIV, y ofrece vistas a la plaza más famosa de Florencia, la Piazza della Signoria. El espacio de Gucci cuenta con un área de exposición, una boutique que vende artículos exclusivos de la ubicación, cine para 30 personas y, por supuesto, el restaurante.
La entrada a los pisos superiores que incluyen salas dedicadas a representaciones vintage y modernas del logotipo de Gucci, elementos blasonados con motivos recurrentes de Gucci (como el icono del bocado y las rayas rojas y verdes) y la exploración de Gucci de la iconografía de animales y jardines cuesta 8 euros, y la mitad de este precio se dona a proyectos de restauración en Florencia.
Inside Palazzo della Mercanzia, which housed the Gucci Museo, the House debuts the #GucciGarden. The space is a hypnotic territory where the visitor can choose to drift and let themselves fall into this new world or look intently to examine the surrounds. Open from January 10th. pic.twitter.com/c20POq6yln
— gucci (@gucci) 9 de enero de 2018