Todo sucedió en siete meses. Largos y pastosos. El 3 de octubre de 1863, en Miramar, Maximiliano de Habsburgo recibió a la diputación que le ofreció el trono de México. La solicitud llevaba veneno puro. Escondía el acta de defunción del archiduque. Las aguas del imperio austriaco se movían en su contra. No escaparía al oleaje, dentro o fuera de Europa. Napoleón III movía los hilos de la política francesa con un ojo puesto en este país.
El contingente mexicano, presidido por José María Guitiérrez Estrada y en el que se encontraban José Manuel Hidalgo, Thomas Murphy, Francisco Javier Miranda y Antonio Escandón, tenía el aventurado plan de sostener una monarquía en el país que ya había pasado por la promulgación de la Constitución de 1857 y por la Guerra de Reforma. Durante los siguientes cuatro años, hasta el fusilamiento de Maximiliano, nadie estuvo a salvo de la imposición del Segundo Imperio.
El 10 de abril de 1864, vestido de gala, el archiduque (que perdería todos sus derechos monárquicos) aceptó la corona mexicana, llena de espinas. Ese día, a diferencia de aquel de octubre, Carlota, su mujer, estaba a su lado. Escucharon ambos la letanía francesa de Gutiérrez Estrada, quien se arrodilló ante ellos y los llamó sus majestades. El 14 de abril, Maximiliano y Carlota salieron con rumbo a México a bordo del Novara. Él no volvería a Europa. Fernando del Paso cita una carta de la madre del archiduque, Sofía, en la que le dice: "Que Dios te proteja y te guíe. Adiós para siempre desde la tierra natal donde nunca más te volveremos a ver. Con el corazón acongojado te bendecimos una vez más". La broma imperial se llevaría por delante también miles de vidas mexicanas.
El historiador Alejandro Rosas mide, a la distancia, aquellos días en los que México fue víctima de Europa.
La trascendencia histórica -asegura- fue que lejos de traer una estabilidad en la que pensaban los conservadores, alentó la intervención y ocupación extranjera, el inútil derramamiento de sangre mexicana y la bancarrota permanente de la hacienda pública.
Menudo problema para un país que desde 1810 había pasado penurias con el dinero. La falta de recursos había propiciado graves problemas a una nación de enorme extensión territorial con inestabilidad política. En 1847, México perdió más de la mitad de su territorio después de la invasion estadunidense. En ese 1864, las condiciones políticas y económicas se encontraban en sus niveles más ásperos entre liberales y conservadores.
___¿Quién era Maximiliano y qué tanto tuvo que ver Carlota en la decisión de aceptar el trono de México?
___Maximiliano era un hombre ambicioso pero también dubitativo. Sabía que difícilmente podría acceder al trono austriaco, por lo que aceptó el trono mexicano apoyado por los franceses. Pero en vísperas de la aceptación de la corona, recibió una noticia que lo postró y lo llevó casi al borde de rechazar el trono mexicano: su hermano Francisco José lo obligó a firmar el pacto de familia, por el cual, una vez aceptado el trono mexicano, renunciaba a los derechos de sucesión del trono austriaco. Cuando los mexicanos se presentaron en Miramar para recibir su respuesta, Max se encontraba al borde del colapso, asolado por las dudas y dispuesto a decirle no a los mexicanos. Fue cuando intervino Carlota, para quien la dignidad era la primera virtud de todo gobernante, por lo que intervino para impedir que renunciara, le leyó la cartilla y lo echó para adelante.
___¿La Intervención Francesa y la llegada de los emperadores ayudaron a consolidar la idea de Nación en México?
___Lejos de ayudar a la consolidación de la nación mexicana, el imperio puso en riesgo la viabilidad de México como país; a pesar de la oposición, la República ya había echado raíces en el país y el principio de igualdad ante la ley que defendían los republicanos, así como la defensa de la Constitución de 1857, eran las cartas más fuertes para enfrentar al imperio. Para los críticos del imperio, la monarquía era casi una maldición para México porque estaba sostenida por las bayonetas francesas, no por el consenso popular.
Rosas sostiene que el imperio fracaso por varias razones:
"Porque Maximiliano se comprometió a pagar inmensas sumas de dinero a los franceses mientras estuvieran en México; porque Maximiliano, militarmente, pensó que el apoyo francés sería permanente y no procuró crear un ejército imperial mexicano; de hecho, alejó a los principales generales conservadores; porque Max llegó a gobernar como un liberal y se encontró con el repudio de los propios conservadores que lo habían traído, y porque en el momento en que Estados Unidos terminó su Guerra de Secesión, volteó los ojos hacia México y enarboló de nuevo su doctrina de América para los americanos.
Desde la Independencia, la masonería jugó un papel clave en el ambiente politico mexicano. ¿Qué papel jugaron las logias en ese periodo? Responde el historiador:
"Durante el siglo XIX, el momento en que mayor influencia tuvo la masonería fue en la década de 1820. Propiamente en el imperio no jugó un papel determinante. Casi todos los liberales eran masones, pero el conflicto no tenía que ver con eso, sino en la lucha constante entre dos proyectos de nación, el liberal y el conservador, y el conservador terminó por jugarse la última carta apostándole a la monarquía".
En la mañana del 19 de junio de 1867, en el Cerro de las Campanas, Fernando Maximiliano de Habsburgo fue fusilado por el gobierno de Benito Juárez. La noche anterior, el que se llamó emperador de los mexicanos, escribió: "Os conjuro de la manera más solemne y con la sinceridad propia del momento en que me hallo, a que mi sangre sea la última que se derrame". Juárez, respondió ante las solicitudes de clemencia desde Europa: "No es mi fuerte la venganza".
___¿Fue despiadado Juárez con Maximiliano?
___Juárez se convirtió en el símbolo de la resistencia y, a pesar de que durante los años de guerra gobernó con facultades extraordinarias y la Constitución no pudo aplicarse como era debido, transformó la naturaleza de la Carta Magna en bandera política, y con ella sostuvo la lucha de lo que llamó la segunda Independencia de México. El fin de Juárez era el de resistir y el de mantener a salvo la República, sus instituciones y los principios liberales establecidos en los hechos a través de las Leyes de Reforma.
A las siete de la mañana del miércoles 19 de enero de 1927 murió Carlota de Bélgica. Enterró a los Bonaparte, a los Habsburgo, a los Imperios, a Juárez, al Porfiriato y, desde luego, a su amado Maximiliano, al que sobrevivió 60 largos y penosos años.
Europa creyó que Juárez fue inclemente con Maximiliano.
Para conocer la intriga de la llegada de los emperadores a México, la novela de Fernando del Paso es un documento infaltable. Para estas vacaciones de semana santa puede ser una placentera compañía. En librerías del FCE cuesta 290 pesos.