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Fidel: el último ideólogo del siglo XX

La muerte de Fidel Castro es vista por algunos como el fin de una época en la que las ideologías contaban. Intelectuales, científicos, cubanos de a pie, han coincidido estos días en agradecer a Castro la dignidad rescatada.

En un mundo en el que casi todo se compra y se vende y en el que un hombre que ha cambiado de partidos como de casaca llega a la presidencia del país más poderoso, la muerte de Fidel Castro es vista por algunos como el fin de una época en la que las ideologías contaban.

Sin embargo, al interior de la isla, el vaticinio no parece de inmediato cumplimiento, a juzgar por las primeras reacciones tras el fallecimiento del líder que construyó un modelo de país a base de pensamiento.

Intelectuales, científicos, cubanos de a pie, han coincidido estos días en agradecer a Fidel Castro la dignidad rescatada, incluso quienes no aprueban todo lo hecho por él, sobre todo en el campo económico.
"Sin Fidel, hoy mi familia y yo seríamos delincuentes o estaríamos presos", aseguró el músico X Alfonso, conocido por sus canciones críticas de la realidad cubana.

Lejano ya cierto "encantamiento" que provocó Barack Obama en algunos sectores durante su visita a la isla, en marzo pasado, las miradas se dirigen ahora hacia Donald Trump, un presidente electo por una minoría, pero presidente al fin y al cabo.

En contraste con la mesura y respeto con los que Obama envió sus condolencias por la muerte de Castro, Trump rememoró los peores momentos de la Guerra Fría, calificando al exmandatario cubano de "brutal dictador", cuyo único legado son "los fusilamientos y el hambre de su pueblo".

"Conociendo a Donald Trump, su arremetida contra el guerrillero cubano parece más el bullying infantil del abusón con celos, que un mandatario representando cientos de millones de personas. Son los colores de Trump, no demoramos mucho en reconocerlos", aseguró Harold Cárdenas en el blog Joven Cuba. "En un momento de esperanzas de acercamiento, de tristeza por la partida de un líder, en que se debería respetar al menos el dolor ajeno, Trump comete una torpeza así. Pero mientras unos se dediquen a destruir, siempre habrá los que construyan puentes y promuevan el sentido común, desde ambas orillas".

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