A pesar de ser hijo de quien fuera presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) durante 38 años, Mauricio Sulaimán no tiene la ambición de relevar en el cargo a su papá, don José, como era conocido, pero sí de trabajar todos los días para cumplir los planes que dejó inconclusos.
"De lo que sí estoy convencido es que voy a estar en el CMB, ojalá de por vida, para llevar el nombre de mi padre, para llevar su manera de hacer las cosas y de pensar en cuestión de protección al boxeador, sin importar en qué posición esté", asegura el secretario ejecutivo del organismo.
Su pasión por el pugilismo la encontró cuando era niño y asistió a la Arena Coliseo a ver a Mantequilla Nápoles y a Carlos "El Cañas" Zárate en el Toreo; desde entonces ha estado muy cercano a su desarrollo y por eso confía en que hay mucha gente capaz de tomar las riendas.
"Son personas que tienen gran conocimiento del boxeo mundial, honorables, que han probado que pueden dirigir; todos comparten la lealtad, los valores, esa necesidad de mantener un mismo perfil para el organismo", señala.
Coordinar la actividad de muchas personas de los 165 países afiliados al CMB es su principal función actualmente; por ello, a un día de nombrar al nuevo representante, Mauricio sabe que no habrá muchos cambios por la forma de trabajar conjunta entre sus miembros.
"Mi papá dejó muchísimos temas abiertos que llevan años para llevarse a cabo y dejó algunos planes muy precisos que vamos a hacer hasta lo imposible para que se lleven a cabo también", comenta.
El campanazo
El sorpresivo fallecimiento de don José Sulaimán marca, además, un hecho histórico, ya que es la primera ocasión que en el CMB se celebrará una reunión extraordinaria para cambiar de dirigente.
"El reglamento estipula presidencias de cuatro años y, obviamente, no hay un periodo límite, lo vimos; es difícil establecer si es bueno o es malo tener o no tener reglas limitantes, porque yo estoy convencido de que esos 38 años fueron de gran éxito", menciona Mauricio.
A pesar de la existencia de cuatro organismos de boxeo a nivel mundial, el secretario ejecutivo del CMB destaca que esto genera ganancias, aunque también algunos inconvenientes.
"Es un deporte diferente al que había antes; por un lado hay beneficios para más peleadores de tener la oportunidad de ser nombrado campeón mundial, que puedan ganar dinero, pero el nivel sí se baja porque ahora se gana el título más fácil y se hacen las defensas ante boxeadores de menor nivel a diferencia de antes", afirma.
Conteo de protección
Comúnmente los boxeadores salen de cunas humildes, trabajan muy fuerte para establecerse, de repente llegan a una posición de reconocimiento, se hacen campeones y les llegan las tentaciones naturales, dice Mauricio Sulaimán, como los autógrafos, fotos, alcohol, drogas y todo tipo de vicios.
"Esta etapa de grandes dineros, de grandes satisfacciones personales es la difícil para todos ellos porque ahí ya no quieren escuchar consejos positivos de ahorrar, de cuidarse, de llevar una vida sana y cuando ese peleador se retira, pues vuelve a caer; esa es la grande preocupación", comparte.
La intención es que los púgiles se preparen antes, durante y después de su carrera arriba del ring y que cuiden lo que tanto trabajo les costó para tener una vida digna.
"Es una obligación natural, una obligación moral y es realmente el por qué existe el CMB, buscar la seguridad del peleador; si un boxeador no se deja aconsejar, guiar, inclusive certificar, de alguna manera, va a ser imposible", comparte.
KO a la controversia
Sobre las malas decisiones que se han dado en algunas peleas, Mauricio Sulaimán considera que son pocas, pero que en el momento en que ocurren, marcan, tachan y ensucian al boxeo, por lo que saben que es un tema importante para renovar.
"Llevamos tres años trabajando en un sistema nuevo de puntuaciones que mi papá diseñó y que es algo mucho más complejo, mucho más difícil y va requerir tiempo para introducir, porque eso es cambiar un sistema por completo, ya no va a ser 10-9, ya va a ser otro concepto", adelanta, "mientras estén los jueces adecuados para la pelea en disputa, la controversia se va al mínimo".
El legado
El día de hoy, a menos de un mes de la muerte de don José, la familia Sulaimán celebra una misa en su honor, aprovechando la visita de la gran mayoría de la junta de gobierno del CMB. Desde su deceso, los parientes del presidente del organismo han recibido innumerables muestras de apoyo para quien dedicó 82 años al box.
"Muchas veces nos preguntamos mi mamá y los hermanos, ¿valdrá la pena tanto viaje, tanto desgaste, tanto abandono a la familia? Y sí, cada segundo valió la pena; lo único que puedo hacer ahora como familia es honrar a mi papá. Yo voy a trabajar todos los días de mi vida para llegar a dormir orgulloso de que hice algo y con la seguridad de que mi papá va a estar viendo hacia abajo y sentirse orgulloso de su hijo", concluye Mauricio.