La comprobación de que hubo vida en Marte y que es posible repoblarlo, es la misión que deberán cumplir 17 alumnos de nivel secundaria, representando a RobotiX, institución pionera en robótica en México en la segunda edición del International Air and Space Program (IASP), convocado por la empresa trasnacional AEXA, en colaboración con la NASA, que se efectuará del 6 al 9 de noviembre en el Centro Espacial Johnson en Houston, Texas.
Entre estos alumnos, se encuentran los "Jetmars", que el año pasado ganaron el segundo lugar con su robot Hubble M3 y regresan acompañados de 14 alumnos más con quienes trabajaron en la creación de un Proyecto de Imagenología sobre las condiciones del planeta y en la creación de un domo/casa habitación.
Pablo Hernández Cruz, Gerente de Educación tecnológica de RototiX, quien viajará con la delegación, explica que los organizadores de la competencia le asignan una prueba a cada equipo, cuyo resultado ya conocen, de modo que el que más se acerque, es el ganador.
El perfil de estos estudiantes corresponde a la llamada Generación Z, alumnos de entre 12 y 15 años, que interactúan con la tecnología. "Cuando lleguen a cualquier universidad, van a exigir mucho más. En Robotix, somos innovadores en la metodología de la educación, con la tecnología en beneficio de los alumnos. La creatividad la tenemos todos, pero si en las escuelas públicas los alumnos reciben una tablet y no tienen una guía para darle un uso, no sirve de nada".
NIÑOS CIENTÍFICOS
"No tengo manera de explicar por qué me gusta la ciencia, creo que es el simple hecho de que se me facilita", comparte uno de los niños seleccionados para la competencia. Alberto Barrita es alumno de RobotiX desde hace seis años.
Comenzó con un curso de FLL porque le gusta armar Legos y poco después entró a una competencia mundial de robots, en la que ganó el tercer lugar regional, "y logramos ir al nacional, después ya empezamos los entrenamientos rumo a la NASA", cuenta. Días antes de partir, dice sentirse emocionado, "voy a conocer todos los laboratorios, la comida, los robots, los cohetes, y a aprender más de las ramas que tienen, biología, química, física".
Para Roberto Santoyo también será una gran experiencia. Al igual que su compañero en la academia, pero rival en la competencia, tiene un promedio superior a nueve. "Soy una persona del Siglo XXI, pero además me gusta mucho la robótica porque quisiera saber cómo funciona la tecnología con la que vivimos hoy en día, si yo puedo hacer algo por mi cuenta, me gustaría saber cómo hacerlo y ver si lo puedo mejorar", concluye el joven científico.
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