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Se desperdician 30,000 toneladas de comida al día



Redacción El Financiero
 

En el marco de la puesta en marcha de la Cruzada Nacional contra el Hambre, la Asociación Mexicana de Bancos de Alimentos (AMBA) alertó: todos los días se desperdician en el país más de 30,000 toneladas de alimentos en buen estado.
 
"La mayor parte se registra en centrales de abasto, tiendas de autoservicio, restaurantes, hoteles, mercados, así como en miles de hogares donde no se planifican de manera correcta compras ni consumos", dice la AMBA.
 
La Asociación asegura que si en el país se lograran recuperar dos terceras partes de ese desperdicio (20,000 toneladas), no habría pobreza alimentaria en el país".
 
Al respecto, el portal Ciudadanos en Red recordó que, si bien uno de los principales aspectos de la cruzada es utilizar los bancos de alimentos para llevar la comida a regiones alejadas, "la falta de una buena estrategia de redistribución, las malas prácticas en la conservación, transporte y distribución de alimentos, así como los costos de llevar los alimentos a lugares distantes provocan que los bancos de alimentos sólo recuperen unas 328 toneladas de alimentos al día".
 
Agrega que hay una serie de prácticas en el manejo de alimentos que provoca su desperdicio, pero que podrían ser perfectamente aprovechables: "Por ejemplo, los golpes en latas o empaques, que hacen que los comerciantes no los prefieran en las tiendas y que el comercializador no tenga más remedio que regresarlos al distribuidor, quien en muchas ocasiones, al no encontrar alternativa de venta ni de donación a bancos, los termina tirando".
 
Señala que, en otras ocasiones, en puntos de venta los comercios aguardan hasta el último momento para vender su mercancía -por ejemplo, frutas y verduras-; al no venderla no les queda más que tirarla, ante el avanzado grado de maduración.
 
Otra causa de este desperdicio tiene que ver con el manejo de los alimentos después de la producción agrícola. El análisis cita un estudio del Instituto de Ingeniería de la UNAM, el cual refiere que deficiencias en el transporte, de protección contra temperaturas extremas y almacenaje, así como un nulo empleo de tecnología para la conservación de frutas y hortalizas explican el desperdicio de alimentos en México.
 
Además, la insuficiencia del transporte propicia que el producto dure mucho tiempo empacado en el lugar de origen, al no llevarse a los centros de distribución.
 
"En este sentido existe una incongruente logística de traslado. Carece de sentido que el principal centro de distribución de alimentos del país -la Central de Abasto- esté en el DF, lo cual implica que tenga que traerse aquí la producción de todos los estados para luego redistribuirse en las mismas entidades, cuando debería de enviarse directamente."
 
Nivel mundial
 
Un informe del Institution of Mechanical Engineers (Imeche), un organismo con sede en Londres, señala que, de las 4,000 millones de toneladas de alimentos que se producen cada año en el mundo, entre el 30 y el 50% "no llegarán nunca a un estómago humano", lo que equivale a entre 1,200 y 2,000 millones de toneladas de comida.
 
El estudio titulado Global Food: Waste not, want not denuncia concretamente "las infraestructuras y los dispositivos de almacenamiento inadaptados" y "fechas de vencimiento demasiado estrictas".
 
Los autores también evocan el comportamiento de los consumidores y critican en particular las promociones "compre uno, lleve dos" y la "perfección estética" que debe exhibir el producto para atraer a los clientes. En Europa y Estados Unidos, por ejemplo, "es el propio consumidor el que bota hasta la mitad de los alimentos que compra", agregan.
 
Las pérdidas no conciernen solamente los desperdicios ligados a los alimentos no consumidos. El desperdicio es visible también en todos los niveles de la cadena de la producción alimentaria: "550,000 millones de metros cúbicos de agua" son utilizados en vano para cultivar los alimentos que se despilfarran.
 
El informe recomienda mejorar "los procedimientos y las infraestructuras", pero también "cambiar la actitud del consumidor", lo cual permitiría ofrecer de 60 a 100% de alimentos adicionales "sin aumentar la producción, recuperando terreno y disminuyendo el consumo de energía".
 

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