Lo primero que alguien dice sobre el Aston Martin DB11 es: "¡Oh! Es un auto tan hermoso".
Y lo es. La capota con forma de concha levemente redondeada, la oscura parrilla que parece sonreír y una parte trasera que parece un cometa en el cielo se combinan para hacer que este sea posiblemente el coupé más impresionante a la vista en el mercado hoy en día.
Por mucho tiempo ha sido así. Desde que el dueño de Aston Martin, David Brown, lanzó el DB1 hace 70 años, la mitad de todos los Aston Martin que se han construido han pertenecido a la familia DB. El grupo incluye el impresionante DB5, que se lanzó en 1963 y apareció en la película "Goldfinger" el año siguiente, y el DB10, que se creó específicamente para James Bond en la película "Spectre".
De hecho, liderado por la atractiva línea DB11, el año pasado Aston Martin registró su primer beneficio en ocho años, superando los 5 mil automóviles vendidos en todo el mundo por primera vez desde 2008.
"Volante" es la manera que tiene Aston Martin de decir "convertible", y es la actualización del atractivo DB11 Coupé que debutó el año pasado. Es el siguiente paso natural para los amantes de Aston Martin en busca de un paseo de verano.
El auto es tan hermoso como se podría esperar, con ángulos que ruegan que se conduzca a gran velocidad. Tiene un interior que es tan lujoso como un jet privado, con innumerables aplicaciones de maderas exóticas para el amplio tablero de instrumentos, y acogedores asientos tapizados en cuero grueso. Todo lo que está a la vista dice "rico".
Pero eso es con la capota abierta.
Con la capota cerrada, es algo totalmente diferente.
El auto sigue siendo agradable, por supuesto, pero al levantar el techo de lona sobre esos asientos traseros infinitesimales y estirarlo a lo largo de la ancha y baja carrocería del auto, se compromete cada línea que la marca ha trabajado tan duro para desarrollar y proteger. No lo recomiendo.
De pronto, el interior, que parecía relajado cuando estaba abierto a la brisa del aire, parece estresantemente estrecho.
Algunos de estos aspectos son inherentes al diseño del automóvil, que también incluye muchos detalles frívolos, y algunos son opcionales, como el extraño color de las uniones del que conduje.
Ese "Volante" tenía infinitas costuras y capas y recortes en los asientos de cuero – líneas y líneas de estas cosas molestas que parecían moscas, para que te imagines- que chocaban miserablemente con la madera azul mate que recubría las puertas.
Esto es lo que esperaría ver en un Lamborghini de 460 mil dólares no en un deportivo de paseo de 216 mil 495 dólaressupuestamente diseñado para viajes de placer con un ser querido (y solo un ser querido, porque cómo demonios va a convencer a alguien para que viaje en el asiento trasero, no importa cuán hermoso sea el auto con la capota abierta).
Probablemente pueda jugar con los ángulos, colores y molduras para obtener una combinación que finalmente le acomode. Lo que digo es que los elementos visuales de este automóvil, que uno compra porque es bonito, no convergen fácilmente.
Al contemplar la configuración del asiento y el tablero y las consolas centrales abarrotadas, todas se sentían fuera de foco. Cuando todos están racionalizando el interior de sus autos, me pregunté: ¿Por qué todo este alboroto?
Supongo que esto tiene algo que ver con China. El mes pasado, Aston Martin anunció que había alcanzado un crecimiento de 89 por ciento en ese país el año pasado y que duplicaría el número de concesionarios el 2018.
Los compradores chinos adinerados buscan colores intensos, diseños fluidos y detalles cromados que significan opulencia. Dado que China se convertirá en el mercado más grande de automóviles de lujo en el próximo año o dos –tras representar el 90 por ciento del crecimiento de las ventas de los fabricantes de automóviles de lujo el año pasado -, el mercado es fundamental para cualquier plan comercial de una automotriz.
Aston Martin actualmente está considerando una oferta pública inicial; con estas combinaciones de colores y el gran tamaño del "Volante" es probable que quiera llegar a los compradores chinos.
Dejando a un lado las cuestiones estéticas, no se puede negar el emocionante rendimiento que el DB11 Volante ofrece cada vez que presionas el acelerador. Con el mismo motor V8 de 503 caballos de fuerza que el DB11 Coupé, es tremendamente veloz y con tanta potencia como un buey.