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Conductores maduros: A mayor edad, mayor precaución

Llega una etapa de la vida en la que es necesario incrementar las precauciones y, en lo posible, evitar ciertas acciones y situaciones al manejar

El pasar de los años nos permite acumular experiencias que sirven para aprender de ellas y, generalmente, para evitar errores o malas decisiones, en este caso concreto, en el mundo de los autos y la conducción.

Pero, también, el correr del tiempo va deteriorando nuestras capacidades y alargando el tiempo de reacción en momentos que pueden ser determinantes para evitar o no un accidente.

Lo mejor es prevenir cuando se llega a la etapa de ser un conductor maduro y aumentar aún más la atención y precaución en situaciones como las siguientes:

En glorietas o rotondas, curvas cerradas o maniobras que requieren rapidez y pueden convertirse en una trampa mortal para los conductores mayores que no tienen la misma capacidad visual o auditiva y las reacciones son más lentas. Todo ello complica la conducción, que se hace más peligrosa tanto para ellos mismos como para el resto. El factor humano en la conducción es la principal causa de siniestros.

No deben conducir con condiciones meteorológicas adversas, como lluvia intensa, ni cuando haya mala visibilidad, como con niebla.

Se recomienda no hacer recorridos extraños, es decir, realizar itinerarios desconocidos, así como evitar manejar en las horas pico y los trayectos complicados.

Nunca conducir de noche, así como evitar circular en los momentos más peligrosos del día, como son el amanecer o el anochecer por dos motivos: el primero, por la falta de iluminación que impide la visión de todos los elementos de la vía, y el segundo, por el deslumbramiento que producen los faros del resto de vehículos. Si no queda más remedio, tienen que hacerlo a velocidad moderada, y siempre guardando la distancia de seguridad.

El descanso es uno de los mejores aliados de todo tipo de conductor y aún más de personas mayores, quienes no deben conducir más de hora y media sin descansar. Además, en lo posible, realizar trayectos de corta duración.

Conviene someterse a todos los exámenes médicos necesarios si se sufre alguna dolencia o disminución de facultades: vista, tensión, trastornos auditivos, diabetes, etc. Además, conviene vigilar la automedicación y ajustar la dosis según la edad y el estado físico.

Las situaciones de vueltas o giros en las intersecciones pueden desembocar en accidentes mortales. En las intersecciones, hay que insistir al conductor mayor que debe mirar varias veces a ambos lados del camino antes de proseguir y que extreme las precauciones a la hora de girar. Se sabe que es más frecuente la colisión en un cruce con un conductor mayor cuando tiene que girar a la izquierda.

Evitar el monitoreo de aparatos como teléfonos celulares con GPS. Los técnicos del Instituto Investigador del Transporte de la Universidad de Michigan han comprobado las reacciones de un grupo de personas entre 65 y 75 años ante la proliferación de dispositivos electrónicos en el automóvil, comparados con jóvenes de entre 18 y 30 años. Demostraron que los sujetos de mayor edad prestaban más atención a esos aparatos que a la propia conducción. Los investigadores descubrieron que las personas de más edad tardan como mínimo un 33 por ciento más en leer un mapa electrónico mientras conducen que las personas jóvenes.

Se recomienda que los conductores maduros manejen autos con ayudas electrónicas, que cuenten por lo menos con dirección asistida, cambios automáticos, pedales de gran superficie y retrovisores grandes en el habitáculo y en el exterior colocados a ambos lados del vehículo, de ser posible con limpiaparabrisas y encendido y apagado de luces automáticos.

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