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Mujeres en ruta: Cuando las agencias de autos hablan otro idioma

Menos términos mecánicos y más apertura con conceptos directos y comprensibles hacia el consumidor femenino son necesarios.

Cuando elegí mi coche, mi parámetro de elección se definió con la siguiente frase: "Está bonito, me lo llevo". No fui de las que analizó fríamente todos y cada uno de los detalles técnicos del automóvil que hoy conduzco, por lo que tal vez, de entrada, me gané el título de irresponsable.

Pero por muchas razones me encanta mi auto color blanco perla. Una de estas es que es el primero que compro en mi faceta de mujer independiente y porque, definitivamente, es el reflejo de mi personalidad: práctico y muy chic.

Hoy, como toda mujer actual, acudí a la agencia para hacerle el primer servicio. El trámite fue muy sencillo y la atención al cliente maravilloso pero, a pesar de esto, creo que las agencias pueden ser lugares "inhóspitos" para quienes no dominamos los términos de la mecánica automotriz, la mayoría mujeres.

El vocabulario que se emplea para describir los servicios que se ofrecen es tan técnico que resulta poco comprensible para un público que, por lo general, no lo emplea todos los días. En definitiva, la experiencia puede ser un rompecabezas innecesario para el "pink market".

Todo esto hace preguntarme en una época de cambio ¿por qué las agencias automotrices no han desarrollado una comunicación interna más "rosa" en lo que a servicio se refiere? Es decir, utilizar un lenguaje sencillo y comprensible; uno que, sin tecnicismos, me haga sentir segura de las decisiones que tomo en relación con mi vehículo.

No es que mi léxico esté limitado a términos de moda o belleza, solo que mis intereses han sido otros y, como yo, estoy segura de que hay cientos de mujeres afuera pidiendo lo mismo. Sin caer en lo utópico, esto podría ser el inicio de un movimiento que involucre a la mujer en un mundo inexplorado, aclaro, para la mayoría.

Por otro lado, puede convertirse en el desahogo de una obligación que parece ser exclusiva del género masculino, el cual considera como un deber su participación al momento en que "su mujer" se ve en la necesidad de prestar atención especializada a su automóvil.

Si bien es cierto que las mujeres de hoy ya dominan el arte de cambiar una llanta, el conocer a detalle en qué consiste la alineación y balanceo podría ser una solución a despilfarros de dinero innecesarios, y esto solo por citar un ejemplo.

Al escribir estas líneas, hice una ardua investigación (Google) acerca del tema y me topé con que, alrededor del mundo, ya existen talleres para mujeres, muchos hasta atendidos por ellas, pero no encontré agencia alguna que atendiera esta necesidad.

¿Qué tengo que hacer para que esta petición se vuelva formal? Es posible que KIA, Ford, BMW o cualquier otras jamás atienda esto que, para mí, hoy, es una necesidad.

Sin embargo, me atrevo a levantar la mano con una mínima esperanza de que la comunicación dentro de las agencias vaya más allá de querer venderme un coche. Como mujer moderna y cliente busco una continuidad post venta personalizada. Al final, yo soy la responsable de mi automóvil y me gustaría saber de forma clara lo que estoy pagando cada 10 mil km.

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