El Museo del Calendario, único en su tipo en el mundo, cumplió dos años de ofrecer al público la historia de los almanaques A partir del acervo de obras que tiene la compañía queretana Landin, en mayo de 2015 se abrió al público el Museo del Calendario (Mucal), único en su tipo. Un proyecto auspiciado por la empresa, donde se exponen tres mil 700 piezas.
En las salas se presenta la historia del calendario en México, que incluye la reproducción del calendario azteca, la Piedra del Sol, algunos almanaques y una colección de calendarios que van desde 1903 hasta nuestros días.
En el lugar se pueden apreciar obras de pintores destacados en el tema, como Jesús de la Helguera, Santiago Sadurní, Ángel Martín y Raúl Vieyra Flores.
Ángel Esteva, director del Mucal, destaca la importancia del calendario, dado que éste apareció prácticamente con la civilización, desde que el hombre comenzó a contar el tiempo a partir de los astros y los fenómenos naturales.
"El calendario es algo de la vida diaria y se puede convertir en algo especial. Históricamente el calendario es algo verdaderamente importante, es casi tan antiguo como la historia de la humanidad."
"Los calendarios nos hablan de muchas cosas, de épocas; hay cromos, imágenes muy mexicanas, de ciertos momentos históricos, de fechas memorables, fiestas religiosas, costumbres -como las serenatas-, también hay chicas muy guapas, hay historias", afirma.
Esteva considera que en la actualidad estos artículos han dejado atrás su fase artística y obedecen en gran medida a fines comerciales, de tal forma que han perdido esa emotividad, el reflejo de una época.
Al recorrer el lugar, uno evoca los tiempos de infancia con calendarios ilustrados con anuncios de la emulsión de Scott, encuentra imágenes del edificio "La Nacional" -el primer rascacielos de principios del siglo XX en México-; así como las ilustraciones históricas de la leyenda de los volcanes Popocatépetl y el Iztaccíhuatl, la obra La Patria, La fundación de México-Tenochtitlán, entre otras, de Jesús de la Helguera.
Además de esto, se encontró un pozo artesiano, cuya existencia no se conocía previamente, y un pozo de acceso que sería una red de túneles que conectaban diversas propiedades, como casas con iglesias, edificios públicos u otros recintos.
Ángel Esteva enfatiza el objetivo del Museo del Calendario: dejar un legado. Porque, reconoce, los museos no son negocio, son inversiones que subsisten gracias al interés y aportación de la iniciativa privada, en el caso de este tipo de recintos, o bien, al apoyo del sector público.
Entre los proyectos para el Mucal, se encuentran la organización de exposiciones temporales, así como de actividades que promuevan y atraigan a más visitantes, además de allegarse de recursos adicionales para su mantenimiento.
Éstas son algunas de las obras que puedes encontrar en el museo.
Jesús Helguera
5 de mayo.
Ángel Martín Merino