La legitimidad con la que llega Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de México conlleva una alta responsabilidad en la política exterior de nuestro país. No solamente en la relación con los Estados Unidos, ahora se tiene una gran ventana de oportunidad para recuperar el liderazgo perdido en América Latina.
Los gobiernos de los países latinoamericanos están expectantes ante la posibilidad de retorno a la tradicional política exterior mexicana de no injerencia en los asuntos políticos de otros países.
La posición que tome el nuevo presidente mexicano a partir del 1 de diciembre con respecto a Venezuela puede alterar el equilibrio geopolítico en América del Sur. De igual forma, habrá que seguir de cerca los acontecimientos en Nicaragua y ver el escenario que se podría presentar a fin de año.
De tal suerte, Venezuela y Nicaragua obligarán al nuevo gobierno mexicano a tomar una postura casi inmediata en el tablero geopolítico regional.
Algunos pudieran opinar que no sería relevante, pero en el actual contexto de escalamiento de enfrentamientos en las políticas comerciales entre los Estados Unidos y China, las regiones productoras de materias primas se vuelven más estratégicas.
Un ejemplo sería en el ámbito del mercado petrolero. Si López Obrador lleva a la práctica su idea de reactivar y construir refinerías en el territorio nacional, habrá que ver si opta por usar tecnología nacional o internacional y si fuera la segunda, las empresas chinas, estadounidenses y europeas buscarán participar en el negocio.
En este posible escenario, se podría esperar también una propuesta de alianza energética latinoamericana. No hay que olvidar el potencial petrolero que tiene Venezuela y la tecnología que ha podido desarrollar Brasil.
México podría escoger entre más de tres opciones de alianzas energéticas y no es lejana la oportunidad de volver a ocupar una situación privilegiada en el escenario regional americano.
El equipo de asesores en materia internacional del nuevo gobierno tendrá una oportunidad inmediata de posicionar muy bien al nuevo presidente, al menos en América Latina.
*Profesor del Tecnológico de Monterrey Campus Querétaro.
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