La industria automotriz y de autopartes en Querétaro se dirige hacia la producción de componentes de mayor valor agregado, de la mano de empresas que hacen en el estado todo tipo de piezas, como luminarias, componentes para interiores, piezas para sistemas de frenado, transmisiones, entre otros.
Tremec, empresa que pertenece al grupo KUO, ha hecho de su sede en la entidad base del desarrollo de diversos sistemas con mayor tecnología, que se incorporan a vehículos de alto desempeño, indicó Daniel Hernández, presidente del Clúster Automotriz de Querétaro.
En la parte de electrónica, agregó, Grupo Harman ha sido punta de lanza en el sector automotor, al crear nuevos sistemas electrónicos desde su sede en Querétaro. En este nicho, ha creado sistemas de infoentretenimiento, así como sistemas relacionados con el smartphone y mecanismos que permiten detectar y monitorear las condiciones al interior del auto.
En 2016, la inversión extranjera directa (IED) en la fabricación de partes para vehículos automotores en el estado tuvo un crecimiento
exponencial, de 236.5 por ciento frente al año previo, con un monto de 302.6 millones de dólares, de acuerdo con la información de la Secretaría de Economía federal.
El 2017 también inició con buenos resultados, con un capital de 81.4 millones de dólares en el segmento, que representa un aumento anualizado de 273.3 por ciento.
Está claro que para la industria automotriz el reto es avanzar en el tema de innovación y desarrollo tecnológico para lograr una mayor eficiencia, de cara a la producción del automóvil del futuro —autónomo, eléctrico, híbrido—.
En el tema de seguridad, en el estado hay compañías que trabajan en sistemas de frenado, y en bolsas de aire.
Otro de los aspectos es la parte medioambiental "ahí hemos visto un cambio en el uso de materiales, en los procesos", agregó Daniel Hernández.
En Querétaro se producen partes troqueladas, estampadas, en las cuales se utilizaba regularmente acero de alto o bajo carbono. Y, actualmente se utilizan aceros de alta resistencia que tienen menos peso pero las mismas propiedades mecánicas.
Eso implica un proceso de reconversión tecnológica, porque el material se comporta diferente, se troquela distinto, pero permite a las empresas evolucionar, afirmó.
Por ejemplo, expuso el directivo, también hay algunas piezas que se están sustituyendo por inyección de aluminio. Hay un salto del maquinado de piezas dezamak –que es una aleación de zinc-, a piezas de aluminio, porque éste es más ligero.
Con eso se reduce el tiempo de maquinado, el peso de los componentes y por consiguiente se tienen vehículos más eficientes en el tema de combustible.
Mencionó, así, que aunque las armadoras son las que más están llevando a cabo ese tipo de procesos, éstos terminan permeando a la cadena de valor y aquí las empresas proveedoras tienen que llevar a cabo esa reconversión, esas acciones de innovación.
"Es manufactura pero que trae consigo retos que implican cambios de ingeniería en los procesos, en los equipos que se están instalando aquí, en asistencia técnica", sostuvo Hernández.