La última vez que Francisco Gil Díaz platicó con Carlos Slim fue el 25 de diciembre pasado, cuando se presentó la Estrategia Digital Nacional en el Museo de Antropología del Distrito Federal. Aunque no hablaron específicamente de la competencia en el sector de las telecomunicaciones ni de las regulaciones en puerta, se dieron tiempo para bromear:
"Oye Carlos, ya no recuerdo cuál es tu edad", le dijo Gil a Slim. —Tengo 73 años y tú 69, respondió el empresario. —Ésta es la primera vez en mi vida que me das un descuento, reviró Gil entre carcajadas. Junto a ellos estaba María Asunción Aramburuzabala.
Carlos Slim, considerado por Bloomberg como el segundo hombre más rico del mundo, controla 71 por ciento del mercado de telefonía móvil en México, seguido de Telefónica-Movistar, con 19 por ciento. Telefónica, al igual que otros operadores, paga a Telcel y Telmex una tarifa para conectarse a sus redes en algunos tramos. En el 2012, la empresa que preside Gil Díaz demandó a Telcel por no cumplir los convenios firmados dos años atrás que implicaban una reducción gradual en las tarifas de interconexión. A eso se refirió Gil con 'un descuento'.
No es la primera vez que Slim se reúne con sus 'colegas' del sector de telecomunicaciones y éstos terminan por recriminarle su poder dominante en el sector. A principios de diciembre del 2010, en un evento realizado en el Museo Soumaya, Slim convocó a empresarios del sector financiero y de telecomunicaciones para celebrar un aniversario del banco Inbursa. Entre estos personajes estaba Ricardo Salinas Pliego. Al salir del lugar, el propietario de TV Azteca me dijo que México ha sido un mal competidor en telefonía por la concentración del negocio.
Hace tres meses, Ricardo Salinas le dijo al presentador Charlie Rose que en algún momento fue amigo de Carlos Slim. No dijo si lo sigue siendo, pero en seguida volvió a la carga sobre la 'supremacía' de las empresas de éste en el mercado mexicano de telefonía.
Emilio Azcárraga Jean, el presidente de Grupo Televisa, también fue, en algún momento, amigo y socio de Carlos Slim. Fue Slim quien financió parte de la transformación de Televisa una vez que Azcárraga Jean tomó la empresa. Su amistad se extendió al negocio de aviación, al capitalizar, junto con otros inversionistas, la aerolínea Volaris. De eso hoy no queda nada. Su relación se quebró cuando ambos decidieron entrar al negocio principal del otro.
A principios del 2011, el enfrentamiento entre Slim y Azcárraga alcanzó su punto más álgido: los negocios de Slim anunciaron que retirarían su publicidad de los canales de Televisa, lo cual representó un golpe para los ingresos de la televisora. Hasta ahora, este lineamiento se mantiene y Televisa no recibe ni un peso de parte de las firmas de Slim.
Hoy, Azcárraga y Salinas Pliego, otrora rivales en el negocio de la televisión abierta, son socios en la operadora de telefonía Iusacell. Su estrategia es intentar ganar tanta participación de mercado como puedan una vez que el regulador del sector declare a Telcel como un operador preponderante y lo obligue a desinvertir en sus activos, bajar sus tarifas de interconexión y compartir de manera más amplia su red. Francisco Gil también espera con ansias que Slim le haga un verdadero 'descuento' en las tarifas que le cobra por usar su infraestructura.
Posdata:
En diciembre del 2012, Carlos Slim, Emilio Azcárraga y Ricardo Salinas Pliego se dejaron fotografiar juntos en el Palacio Nacional. Era el primer informe de gobierno de Enrique Peña Nieto. Allí se anunció, por cierto, la licitación de dos nuevas cadenas de televisión abierta.
@MarioMal
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