Bernardo Quintana Isaac es uno de los empresarios más queridos en los círculos de negocios del país. Este ingeniero, hijo del fundador de ICA y actual presidente del Consejo de Administración, es asistente frecuente a las comidas de Carlos Slim, a las reuniones de ultrarricos que organiza Valetín Díez Morodo, y multimillonarios como Emilio Azcárraga y María Aramburuzabala le tienen especial afecto.
Si quisieran, cualquiera de ellos podría sacar la chequera y comprarle a Bernardo Quintana su empresa, que atraviesa la peor crisis financiera de su historia. O bien podrían capitalizarla y permitirle al presidente de la constructora sacudirse la pesada deuda que se disparó con el encarecimiento del dólar. Pero no lo harán.
Bernardo Quintana quiere tanto a su empresa que no está dispuesto a venderla. Al contrario, está haciendo todo lo posible para evitar que caiga en el concurso mercantil. Y sus amigos le están tendiendo la mano. A finales de enero, Emilio Azcárraga le envió a una de sus ejecutivas más afiladas y de mayor confianza: Guadalupe Phillips Margain, vicepresidenta de Finanzas y Riesgo de Grupo Televisa, quien se unió a la constructora como directora de Reestructura.
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Phillips Margain fue directora de Finanzas de Cablevisión hasta que pasó formalmente a las filas de Grupo Televisa, en enero del 2004. Esta ejecutiva empezó a abrirse camino en el mundo financiero en el fondo Evercore, creado por el exsecretario de Hacienda, Pedro Aspe. Actualmente, también está relacionada con la firma Alemán Velasco y Asociados y la Cumbre de Negocios, que preside el exgobernador de Veracruz, Miguel Alemán Velasco, hoy prominente empresario de aerolíneas y del sector energético.
La injerencia de Phillips Margain en la reestructura de ICA es tan grande que algunos familiares de la familia Quintana comienzan a mirarla con recelo. Sin embargo, Bernardo Quintana está dispuesto a darle la vuelta a la empresa a como dé lugar, pues debe presentar pronto un plan de reestructura y un programa de pago a acreedores.
Hace exactamente una semana, Alfonso González Migoya renunció como director general adjunto y miembro del Consejo de Administración de ICA, aparentemente por esta razón. El también presidente de Volaris dijo que su trabajo había concluido, pero la versión de uno de los accionistas de ICA, cercanos al consejo de Administración, es que la razón tiene que ver con el poder de decisión que llegó a ejercer la directiva de Televisa.
Ha trascendido también que el financiero David Martínez, dueño del fondo Fintech Advisory, está apuntalando las acciones de ICA en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y que podría comprar buena parte de los bonos de deuda que tiene la atribulada empresa con decenas de bancos. Así es como ha construido su fama y fortuna este regiomontano, quien posee un dúplex de 42 millones de dólares en la Time Warner Center de Nueva York y de quien se dice pagó 140 millones de dólares por un Pollock.
Martínez se jacta de haber participado en todas la reestructuras de deuda soberana de los últimos 25 años y también ha estado involucrado en reestructuras de empresas, como las de las mexicanas Cydsa y Vitro. Por estos días, además, está por convertirse en el empresario de telecomunicaciones más relevante de Argentina, tras la compra de la firma Telecom. Martínez ya posee 40 por ciento de la mayor cadena de TV por cable, Cablevisión, propiedad del Grupo Clarín.
Tras tocar fondo a finales de enero pasado, las acciones de ICA en la BMV se han recuperado. Del 21 de enero al cierre de ayer, sus títulos pasaron de valer 2.07 a 4.25 pesos. No obstante, aun siendo apuntaladas por Fintech, el próximo reporte del cuarto trimestre del 2015, en el que se prevé una deuda mucho mayor a los 57 mil 929 millones de pesos que registró a septiembre del año pasado, debido al aumento del tipo de cambio, podría echar abajo de nuevo su acción.
Si bien algunos empresarios mexicanos ven con interés los activos de ICA, mantienen su distancia. Fernando Chico Pardo, el presidente de Asur, quien es considerado uno de los inversionistas más avezados de México, me dijo el otro día que le interesan las acciones de OMA, el activo más rentable de ICA. Pero también cree que la empresa saldrá fortalecida de su reestructura. Él, como muchos otros hombres de negocios, le tiene respecto y aprecio a Bernardo Quintana, quien ha estado cerca de sus amigos empresarios… y lejos de la clase política, como lo escribí en una columna anterior.
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Cuando se creía que la sucesión en ICA estaba resuelta… ahora Bernardo Quintana deberá repensar a quiénes de sus familiares va a dejar las riendas de la empresa.
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Por vacaciones de Semana Santa, esta columna volverá a aparecer el martes 29 de marzo.
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