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En una fábrica del tamaño de una terminal aeroportuaria, los cortadores láser dividen las mangas para las chamarras de Zara. Hasta 2017, los pedazos sobrantes se reutilizaron para el relleno de muebles o se transportaron a un vertedero cerca de la planta en el pueblo español de Arteixo. Ahora, son reducidos químicamente a celulosa, que se mezcla con fibras de madera y se hila en un textil llamado Refibra, que se usa en camisetas, pantalones y blusas.
La iniciativa de Inditex SA, la propietaria de Zara y otras siete marcas, destaca un cambio en una industria conocida por producir cosas baratas que llenan los armarios unos meses, antes de terminar en la ropa usada. Gap Inc. promete que para 2021 solo usará algodón orgánico o de productores sustentables. La japonesa Fast Retailing Co., propietaria de Uniqlo, experimenta con láseres para crear jeans desgastados que usan menos agua y químicos. Y el gigante sueco H&M financia empresas que desarrollan tecnologías de reciclaje y telas de materiales no convencionales, como raíces de hongos. "Uno de los mayores desafíos es cómo seguir ofreciendo moda a una población en crecimiento, mientras se baja el impacto al medio ambiente", dice Karl-Johan Persson, director ejecutivo de H&M.
La industria de la moda de 3 billones de dólares anuales usa grandes cantidades de algodón, agua y energía para poder generar alrededor de 100 mil millones de prendas al año, 60 por ciento de las cuales se tiran, según la consultora McKinsey & Co. Menos del 1 por ciento de eso es reciclado en ropa nueva, dice Rob Opsomer, un investigador de la Fundación Ellen MacArthur. "El equivalente a un camión de basura lleno de textiles se deja en tiraderos o se incinera cada segundo", dice.
En 2016, Inditex fabricó 1.4 mil millones de prendas, una escala que ayudó a que el precio de sus acciones casi se quintuplicara en la última década. Pero el crecimiento de la industria se está desacelerando a medida que los millennials entienden cada vez más el impacto de la moda rápida en el medio ambiente y exhiben una preferencia por gastar en experiencias en lugar de bienes. Inditex y H&M han incumplido las expectativas de ingresos de los analistas en los últimos trimestres y las acciones de ambas compañías han perdido alrededor de un tercio de su valor desde el verano pasado. "Su modelo de negocio es fundamentalmente insostenible", dice Edwin Keh, director del Instituto de Investigación de Textiles y Vestimenta de Hong Kong.
Eso crea una oportunidad para que las empresas usen la sostenibilidad como diferenciador. Ante el desperdicio, los minoristas colocaron contenedores de reciclaje en tiendas. Resaltar tales iniciativas en conjunto con los esfuerzos para usar materiales ecológicos puede ayudar a ganar clientes, dice Jill Standish, consultora de Accenture Plc.
Para aprovechar esta tendencia, H&M pretende fabricar todos sus productos a partir de materiales reciclados y sostenibles para 2030, en comparación con el 35 por ciento actual. Desde 2015, la marca patrocina un concurso anual en el que las nuevas empresas que desarrollan tecnologías para hacer que la moda sea más ecológica compiten por una parte de un subsidio de un millón de euros. Uno de los cinco ganadores de este año fue Smart Stitch, que ha desarrollado un hilo que se disuelve a altas temperaturas, lo que simplificaría el reciclaje al facilitar la eliminación de cierres y botones. Otro es Crop-A-Porter, que hila los residuos de las plantaciones de lino, plátano y piña. Un tercero está trabajando en la separación de fibras de tejidos mezclados, y otros fabrican textiles a partir de hongos y algas. "Si cualquiera de esas iniciativas tiene éxito a escala comercial, sería bastante disruptivo", dice Vikram Widge, jefe de política climática de International Finance Corp. y exjuez de la competencia de H&M.
Inditex ha agrupado muchos de sus esfuerzos de sustentabilidad: ropa hecha de algodón orgánico, Refibra y otras telas reutilizadas en una submarca llamada Join Life. Si bien la línea creció un 50 por ciento en 2017, todavía representa menos de 1 de cada 10 prendas que vende. Para aumentar la proporción de textiles más ecológicos en su oferta, la compañía está financiando programas de investigación en el Instituto de Tecnología de Massachusetts y universidades en España. Una iniciativa busca el uso de la impresión 3D para fabricar textiles con subproductos de las operaciones de la madera.
Otro está buscando formas de separar el algodón del poliéster en las telas mixtas. "Estamos tratando de encontrar una versión más sostenible de todos los materiales", dice Germán García Ibáñez, quien gestiona el impulso de Inditex para reutilizar ropa y textiles viejos. Los pantalones de mezclilla reciclados de hoy, detalla, son típicamente alrededor de 15 por ciento de algodón reutilizado, porque la fibra se gasta y hay que mezclarla con la nueva. Inditex y H&M están absorbiendo los costos adicionales de usar materiales reciclados.
La línea Join Life tiene un precio competitivo con artículos en las tiendas Zara. H&M también planea mantener control sobre los precios de sus materiales más ecológicos. "Lo tomamos como una inversión a largo plazo en lugar de cargarlo a nuestros clientes", dice Anna Gedda, quien supervisa los esfuerzos de H&M para limpiar sus operaciones. "Creemos que la moda sostenible debe ser asequible para todos".