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Aranceles de Trump, la película de 'terror' para Hollywood

Las películas de esta industria cinematográfica podrían ser víctimas de los aranceles que el Gobierno de EU impuso a las importaciones chinas.

Se suponía que sería un gran año para Hollywood en China. Se iba a renegociar el pacto cinematográfico a cinco años de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que firmaron Washington y Beijing en 2012, con la promesa de que las producciones estadounidenses tendrían más acceso al segundo mercado cinematográfico más grande del mundo. La industria esperaba proyectar más películas de las permitidas, tener más acceso a periodos importantes de proyección, como el verano cuando las autoridades chinas casi nunca permiten películas extranjeras, y un mayor porcentaje de la taquilla.

Ahora, parece que la esperada retribución de Hollywood en China podría sufrir daño colateral en la guerra comercial por los aranceles del presidente Trump. No solo las negociaciones para ampliar el mercado se detuvieron, sino que algunos en Hollywood también se preocupan de que sus películas sean víctimas de las represalias por los aranceles que EU ha impuesto en 250 mil millones de dólares en valor de importaciones chinas.

"El momento para esto es inoportuno", afirma Chris Fenton, un fideicomisario del Instituto Estados Unidos-Asia y expresidente de la compañía fílmica en EU y Asia DMG Entertainment. "De hecho, el ambiente macro podría empeorar. También podría suceder lo peor si China da marcha atrás en acuerdos previos".

Aunque no es claro si las películas terminarán en la lista de bienes a los que China podría imponer nuevos aranceles, la amenaza a la exportación de películas estadounidenses es clara. Hollywood podría ser víctima si China opta por "represalia cualitativa", dice Kenneth Jarrett, presidente de la Cámara de Comercio Estadounidense en Shanghái. Eso podría empeorar los términos de repartición de ganancias en acuerdos cinematográficos. O la autoridad regulatoria de la industria cinematográfica en China, que recientemente pasó a un grupo dentro del Partido Comunista, podría simplemente aprobar menos películas para importarse o limitar sus proyecciones a la temporada baja.

En un reporte de enero de cumplimento de China de la OMC, la oficina del representante comercial de Estados Unidos dijo que Beijing acordó hablar de "políticas y prácticas que podrían impedir el acceso de la industria cinematográfica de Estados Unidos al mercado chino". Sin embargo, este mes el país asiático aseveró que está "obligado a tomar represalias" por los aranceles de Trump.

La oficina del representante se negó a comentar sobre el actual estatus de las conversaciones en relación al cine. "Esperamos que ambos gobiernos puedan trabajar juntos", comentó en un e-mail Chris Ortman, vocero de la Motion Picture Association of America.

Las películas podrían ser particularmente vulnerables a las acciones comerciales de China porque son una de las pocas importaciones de Estados Unidos que excede por mucho las exportaciones. "Las compañías estadounidenses se preocupan por la represalia regulatoria, ya sea que se cancelan acuerdos o se reducen las importaciones de películas de Hollywood", comentó Jarrett.

La participación de películas producidas en EU del mercado chino de 8 mil millones de dólares está por disminuir por tercer año, muestra un análisis de datos de Box Office Mojo. En años recientes, los estudios estadounidenses han perdido terreno ante películas locales como Wolf Warrior 2, un filme nacionalista de acción que el año pasado fue el más taquillero en China. Y los estrenos estadounidenses con frecuencia son superados por importaciones de Bollywood como Secret Superstar, un gran éxito en China producido con una fracción del presupuesto de una película típica de Star Wars o Avengers. "Los éxitos de Hollywood han tenido mejores épocas en China", aseguró Chen Qin, quien investiga el mercado fílmico en ese país en la Escuela de Negocios de la Universidad Fudan. "Incluso si China aumenta el acceso de Hollywood para el mercado, esas películas todavía no venderán bien".

Eso en parte por el rápido crecimiento de la audiencia en ciudades más pequeñas, en donde los clientes tienen menos acceso a la cultura occidental y es más probable que opten por películas con temáticas chinas, dijo Chen. Muchos espectadores tampoco están familiarizados con los personajes y tramas de franquicias más antiguas, así que no sacan mucho al ver el capítulo más reciente, un motivo por el que ahí les ha ido relativamente mal a las películas de Star Wars.

Ganar espectadores es crucial para los seis estudios más grandes de Hollywood, que han dependido más de películas de acción de franquicias y superhéroes. El ingreso de la taquilla de China creció un 20 por ciento en 2017, comparado con un descenso del 2 por ciento en Estados Unidos y Canadá, según datos de MPAA. La industria en Estados Unidos y Canadá pudo exprimir un aumento en ingresos de 2 por ciento entre 2013 y 2017, pero solo al subir los precios del boleto.

Los distribuidores de películas, propiedad del Estado, suelen pagarles a los estudios estadounidenses 25 por ciento de los ingresos que sus películas generan en China. Es como la mitad de lo que reciben los estudios en Estados Unidos. Los distribuidores también controlan las fechas de estreno y el marketing. Aun así, las audiencias chinas a veces ayudan a que los estudios de Hollywood compensen el pobre desempeño nacional. La última película de la franquicia Pacific Rim, de Legendary Entertainment, recaudó como 100 millones de dólares en China y solo 59 millones en casa, según Box Office Mojo. La nueva película Tomb Raider se llevó casi 79 millones de dólares en China y 57 millones en Estados Unidos.

Incluso con la reducción de la participación en el mercado, el total de ingresos de los estudios de Estados Unidos en China probablemente aumente porque las audiencias crecen rápido. Y una industria cinematográfica china más sólida podría incluso ser bueno para Hollywood si logra que las autoridades se preocupen menos en mantener afuera a la competencia extranjera, dicen analistas.

Al mismo tiempo, el auge en la construcción de cines en ciudades más pequeñas ha ayudado a superar la taquilla de las nacionalistas locales que los éxitos de Hollywood. Por ejemplo, pisando los talones del éxito de Wolf Warrior 2 en 2017, otra película de acción militar china, Operation Red Sea, lidera las ventas de taquilla de este año.

Las películas de Hollywood representaron casi 38 por ciento del total de ingresos chinos en el primer semestre del año, muestra el análisis de datos de Box Office Mojo de las 50 películas más exitosas del periodo. Es como 48 por ciento menos que en 2016. El descenso de los éxitos estadounidenses se nota incluso más en números de audiencia por proyección. Según cálculos utilizando datos de Maoyan Movie de las 10 principales películas del primer semestre, las cintas de Hollywood promediaron 16 asientos por proyección, comparadas con los 28 de producciones chinas (el gobierno chino monitorea ventas de taquilla, pero no especifica el origen de las películas).

En China, a diferencia de Estados Unidos, las películas indias se convierten en rivales potenciales. Secret Superstar recaudó 747 millones de yuanes (111 millones de dólares) a principios de este año, superando a Black Panther y Star Wars: los últimos Jedi. La película india Dangal del año pasado sumó alrededor de 193 millones de dólares en China, más que los éxitos de Coco y Piratas del Caribe: la venganza de Salazar de Walt Disney.

Con las tensiones comerciales y el menor interés de los chinos por Hollywood, los estudios de Estados Unidos tendrán que considerar su demanda de poner fin a la cuota anual. "Hollywood debe tener más cuidado", dijo Fenton. "Más películas en el mercado chino podrían diluir el desempeño de cada una, causando que más películas pierdan dinero y menos ganen. Como resultado, quizás la petición principal de los estudios debería ser presionar por un aumento al porcentaje de taquilla del 25 por ciento que reciben actualmente".

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