Los legisladores demócratas Nancy Pelosi y Chuck Schumer difícilmente pueden sorprenderse de que Trump haya tuiteado algo intempestivo y mal informado. Y aunque es su derecho abandonar una reunión con el presidente a consecuencia del mensaje, ni ellos ni sus colegas republicanos deben permitir que el drama los distraiga de aprobar una ley que proteja a los "dreamers".
En medio están 800 mil inmigrantes indocumentados que llegaron a Estados Unidos cuando eran niños, fueron protegidos de la deportación y pudieron aplicar para permisos de trabajo en la administración de Obama. Una posible solución para evitar que los "dreamers" sean deportados se ha ligado a un acuerdo del gasto diseñado para evitar una parálisis del gobierno. Pero esas negociaciones son demasiado conflictivas. Los "dreamers" no deberían ser penalizados por la incapacidad del Congreso de hallar un arreglo más integral.
La administración de Trump anunció en septiembre que el programa de protección de "dreamers" concluiría el próximo 5 de marzo. Miles de esos jóvenes ya son vulnerables a la deportación. Miles más caerán en esa trampa antes de que llegue la fecha límite del próximo año.
Pese a la retórica de enfocarse en los "bad hombres", los hechos sugieren que la fiebre de deportaciones del gobierno de Trump no está bien calibrada. Ello fue evidente con la búsqueda de agentes federales de una niña enferma de 10 años, quien fue hallada en la cama de un hospital en octubre y posteriormente detenida y alejada de su familia.
Pelosi y Schumer, líderes de la minoría en la Cámara de Representantes y el Senado, respectivamente, quieren que la protección a los "dreamers" se extienda y aseguraron en septiembre que habían logrado un acuerdo con Trump para ello. Diversos líderes republicanos dijeron ser empáticos con las peticiones de los "dreamers". Y Trump, vale decirlo, ha señalado públicamente que quiere protegerlos.
No existe un solo argumento moral, económico o social para expulsar a los "dreamers". La mayoría ha crecido como estadounidense. Muchos no conocen otro país. Contribuyen significativamente a la economía de EU y a la recaudación de impuestos. "No veo un acuerdo", tuiteó Trump sobre la perspectiva de un acuerdo. Si ese es el caso, entonces los republicanos Paul Ryan y el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConell, deberían acelerar una legislación. Una ley bipartidista ya está lista en el Senado y evitaría que los "dreamers" sufrieran los efectos devastadores de la disfuncionalidad que reina en Washington.
Bloomberg Businessweek