La ciudad china de Suzhou, en el este del país, ni siquiera es la más grande de la provincia de Jiangsu, pero se suma a un ascenso nacional al cielo con lo que se estima será el tercer edificio más alto del mundo.
Para 2020, China podría tener 6 de los 10 rascacielos más altos del mundo, lo que comprende el Zhongnan Center de Zuzhou, de 700 metros.
Los desarrolladores terminaron 37 estructuras de altura superior a los 200 metros -o alrededor de 50 pisos- en China el año pasado, la mayor cantidad del mundo, según el Consejo de Edificios Altos y Hábitat Urbano, una organización sin fines de lucro que tiene sede en Chicago y lleva la mayor base de datos gratuita del mundo sobre edificios de gran altura.
China vive un auge de los rascacielos, y ciudades menos conocidas como Suzhou compiten por erigir estructuras cada vez más grandes dado que apuestan al prestigio y las posibles ventajas comerciales que esos megaedificios podrían darles.
La construcción se ha visto alimentada por una triplicación de los valores de la propiedad desde 1998, así como por una política gubernamental que llevó a 300 millones de personas –casi la población completa de Estados Unidos- a trasladarse a las ciudades desde 1995.
"Lo que pasa en China es similar a lo que pasó en Estados Unidos hace 80 o 100 años, si bien a diferente escala", dijo Antony Wood, director ejecutivo del consejo, en una entrevista en Shanghai.
"Las ciudades compiten por la atención dentro de China y también en el plano global, así como por la apariencia de ser del primer mundo".
AL ESTILO MANHATTAN
El consejo dice que el de Suzhou será el tercer edificio más alto del mundo cuando esté terminado, en 2020.
Otras ciudades chinas planean o construyen rascacielos que podrían incorporarse al grupo de los más altos del mundo, entre ellas Shenynang, en el noreste del país; Wuhan, en la costa del río Yangtze; y Tianjin, una ciudad 109 kilómetros al sudeste de Pekín que planea una réplica de Manhattan.
Ninguna delas torres superaría el edificio que en la actualidad es el más alto del mundo, el Burj Khalifa de Dubai, ni el que se dispone a eclipsarlo, la Kingdom Tower que se proyecta en Arabia Saudita, cuya altura será de un kilómetro.
Lo que le falta a China en altura queda compensado por la cantidad. En conjunto, China, Hong Kong y Taiwan ya tienen la mitad delos 20 edificios más altos del mundo.
El primer ministro, Li Keqiang, impulsa la urbanización como "gran motor" de expansión en momentos en que busca orientar la segunda mayor economía del mundo hacia un modelo basado en el consumo más que en la inversión y las exportaciones.
El Partido Comunista pronostica que el aumento de la población urbana y sus salarios más altos significarán un mayor gasto de dinero en televisores, viajes y viviendas nuevas.