Si hay un producto con amplia cobertura en el territorio mexicano, es la cerveza. México cuenta con 400 cerveceras, que en 2017 produjeron 110 millones de hectolitros, de acuerdo con datos de la organización Cerveceros de México, que conjunta a empresas como Grupo Modelo, Colima, Cinco de Mayo, Beer Factory, Minerva, Cuauhtémoc-Moctezuma, entre otras.
La variedad de opciones hace que los consumidores tengan sus cervezas preferidas: Láger, Porter, Ale, Ámbar, de Trigo. Sin embargo, más allá de la marca, el precio o el tipo, hay algunos factores que tienen que ser considerados al momento de elegir la mejor cerveza.
1. Asegurarse de dónde es tu bebida
Cerveceros de México recomiendan siempre revisar el origen de la cerveza, ya que no todas se fabrican con los mismos ingredientes, además de que la variedad de más de 400 cerveceras en el país convierte a este producto en algo altamente diverso.
El sabor siempre varía si se trata de una cerveza comercial o una artesanal, categorías que se diferencian por su capacidad de producción y por el uso de ingredientes sin rellenos, colorantes o saborizantes artificiales.
2. ¿Cuánto pagarías por una cerveza?
No hay precio ideal al momento de comprar una cerveza. Cada cervecera tiene una cadena de producción y distribución distinta que hace variar sus precios.
No obstante, una cerveza que se produce para toda la República Mexicana (e incluso otros países del mundo) no tendrá el mismo precio que una que solamente se distribuye en puntos específicos.
La recomendación es tener en cuenta los ingredientes, la mano de obra, transporte, pago a trabajadores, entre otros puntos, para que el precio de la cerveza se ajuste realmente a lo que vale producirla.
3. Los ingredientes de la cerveza son clave
Y son clave no sólo porque pueden elevar o disminuir el precio de una cerveza, sino porque cada uno tiene aportaciones diferentes a la salud de las personas.
Los ingredientes básicos de una cerveza son el agua, lúpulo, levadura y malta, los cuales contienen vitaminas como la B1, B2, B3 y B5, además de otros nutrientes como fósforo y potasio.
Esto no significa que una cerveza sea por sí misma benéfica para la salud, sino que, en colaboración con otros ingredientes y otras formas de preparación, esta bebida puede ser potencialmente saludable.
Un caso de esto es la cerveza con probióticos que desarrollan especialistas de la Universidad Autónoma de Coahuila, que tienen como objetivo prever enfermedades gastrointestinales.