Buena Vida

Careyes: sueño mediterráneo oculto en el Pacífico

La visión de un italiano llevó a desarrollar un lugar paradisíaco en la costa del Pacífico mexicano.

Hace 50 años el banquero italiano Gian Franco Brignone se enamoró de un pedazo de Jalisco. Sobrevoló Careyes a bordo de una avioneta. Abundante vegetación, acantilados, manglares, playas vírgenes y el clima tropical lo deslumbraron. Decidió que era el lugar ideal para retirarse. Compró 12 kilómetros de costa y mil 500 hectáreas de selva. Hoy tiene 94 años y continúa viviendo ahí.

Ha vigilado que ese lugar permanezca para el disfrute. Su legado en la costa del Pacífico mexicano lo continúan sus hijos, Giorgio y Fillipo, quienes le pusieron freno al desarrollo inmobiliario descontrolado y apuestan por un destino que abraza el placer y la comunión con la naturaleza.

Hay pocas y privilegiadas opciones de hospedaje para un público de alto poder adquisitivo, que pueden pagar 280 dólares por habitación por noche, tarifa que se incrementa hasta los 5 mil dólares por una casa.

Este lugar ha enamorado a la nobleza europea. "Aristócratas italianos y polacos, realeza española e inglesa, tenemos muchos visitantes que vienen de descanso", cuenta Giorgio, director de Costa Careyes México.

En los años 70 fue refugio del director y guionista John Huston, el arquitecto Luis Barragán y del empresario Gianni Agnelli. En fechas más recientes ha sido lugar de descanso de Heidi Klum y Seal.

Se ubica en la costa del Pacifico, entre Puerto Vallarta y Manzanillo

En las cercanías se contempla una pista para jets privados

El consumo promedio de una pareja un fin de semana es de mil dólares

Tiene más de 700 cuartos, entre los que también se incluyen casas, villas y bungalows

Diseñaron un programa de responsabilidad social y una fundación para ayudar a quienes habitan en las comunidades cercanas

El magnetismo de este destino está en los paradisíacos lugares que posee. Sus playas limpias y cuidadas son el refugio para cientos de especies, entre ellas cuatro variedades de tortugas: golfina, carey, prieta y laúd. En diferentes temporadas hay avistamiento de delfines y ballenas. Se ubica en el centro de la Reserva de la Biósfera Chamela-Cuixmala. Tiene áreas protegidas y habitadas por 270 especies de aves y más de mil 200 ejemplares de flora y fauna.

"Hay cuatro opciones de hospedaje de lujo para los visitantes, hay casas y hoteles, todo es ecológico y fomentamos el consumo responsable. Es un lugar con espíritu mediterráneo, pero con toda la majestuosidad de la costa mexicana", agrega Giorgio.

La arquitectura juega un papel trascendental porque el objetivo es respetar la zona y maximizar la fluidez del aire para evitar el aire acondicionado, así como los volúmenes, espacios, y colores. El arquitecto Luis Barragán tiene obra ahí, igual que Marco Aldaco, Alberto Mazzoni, Diego Villaseñor y Jean Claude Galibert.

Fuera del tiempo para reposar, también ofrecen actividades como tour de pesca, paseo en bote, observación de aves, clases de yoga, rituales prehispánicos, paseos a caballo, buceo y snorkel.

Tiene diversos festivales a lo largo del año que atraen a vacacionistas, en su mayoría adultos de más de 30 años. Son la sede de la Copa Agua Alta de polo y organizan eventos exclusivos de arte, cine, danza, música y cultura. Todos se manejan por invitación, en caso de que alguien desee asistir y no cuente con una, se debe poner en contacto con los organizadores para saber si es aceptado.

"Es un paraíso que debemos proteger con responsabilidad en el presente, pero pensando en el futuro, esa es la clave que consolida el sueño de mi padre", asegura Giorgio Brignone.

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