Ciencia

Los cables 'marinos' que llevan internet a tu casa podrían detectar sismos

Una investigación del Laboratorio Nacional de Física de Reino Unido muestra que los cables de fibra óptica ayudarían a detectar los sismos originados en el mar.

Aquellos cables que se encuentran en el mar y que ayudan a que el internet llegue a tu casa, podrían detectar sismos que derivan en tsunamis, de acuerdo con una investigación realizada por Giuseppe Marra, un meteorólogo del Laboratorio Nacional de Física en Teddington, Reino Unido.

La investigación, dada a conocer la semana pasada en la revista Science, plantea que se podrían aprovechar los más de un millón de kilómetros de cable de fibra óptica que atraviesan los océanos y que transportan el tráfico de Internet y otros servicios de telecomunicaciones.

Los anteriores podrían detectar pequeños cambios en la señal que se transmite a lo largo de los cables sin que se tengan que alterar o interferir en su uso.

"Es una propuesta muy emocionante", comentó Barbara Romanowicz, sismóloga de la Universidad de Berkeley y en el Collége de France, en París.

Casi todas las estaciones sísmicas en el mundo están en tierra, lo que deja sin detectar muchos de los terremotos oceánicos .

Por lo que aprovechar los millones de kilómetros de cables de fibra óptica submarinos para monitorear los terremotos del lecho marino sería "un gran paso adelante" para estudiar el interior de la Tierra, agrega Romanowicz.

Incluso, estos cables podrían potenciar la detección de tsunamis. "Mientras más estaciones sísmicas informen a un sistema de advertencia de tsunamis, más rápido se puede dar aviso (a la población)", sostiene Richard Luckett, coautor de la investigación y sismólogo del Servicio Geológico Británico en Edimburgo a la revista británica Science News.

Para usar un cable de telecomunicaciones como un sensor sísmico, los investigadores deben disparar una luz láser desde un extremo del cable y monitorear su salida por el otro extremo.

Cuando una onda sísmica mueva el cable, la luz del láser que viaja dentro de él se distorsionará. De este modo los expertos pueden comparar la señal original del láser con la luz que sale del otro lado y determinar si el rayo fue distorsionado en su trayecto, lo que revelaría los datos de un temblor y su magnitud, explica la revista.

Combinando las medidas de muchas fibras ópticas, se puede calcular el punto de origen del temblor y una vez que los investigadores sepan la fuerza que ejerce una onda sísmica en el cable y donde empieza, está se puede determinar la magnitud original del sismo.

Sismología urbana

El pasado 2 de septiembre se realizó una prueba utilizando un cable de fibra óptica submarina que se extendía de Malta a Sicilia, Italia, y que logró detectar un sismo de magnitud 3.4 en el mar Mediterráneo. Incluso, investigadores confirmaron este temblor con dos sismómetros, uno cerca de Malta, el cual lo detectó antes ya que estaba más cerca del epicentro y el otro en Sicilia que lo detectó después.

Marra, Lucket y sus colegas probaron esta técnica mediante cables de fibra óptica terrestres y submarinos.

Un cable terrestre de 79 kilómetros al sur de Inglaterra detectó vibraciones de temblores originados en Nueva Zelanda y Japón, los cuales fueron de magnitudes 7.9 y 6.9, respectivamente.

Otros cables en Gran Bretaña e Italia detectaron sismos de 7.3 en el borde de Irán e Iraq en noviembre pasado.

Por otro lado, un cable submarino de 96 kilómetros que abarcaba de Sicilia a Malta, detectó vibraciones de magnitud 3.2 que emanaban de la mitad del mar mediterráneo en septiembre pasado.

Esta técnica para detectar temblores aún necesita ser sometida a pruebas con cables más largos que crucen océanos, explica Marra en el reporte.

Los cables de fibra óptica, que puedan detectar sismos antes de que sucedan, pueden dar una nueva visión respecto a lo que sucede en el mar en materia geológica. Por ejemplo, una mejor perspectiva respecto a los movimientos de los suelos marítimos podría ayudar a investigadores a entender cómo el vulcanismo en las dorsales oceánicas crea una nueva corteza oceánica, dice Luckett en el estudio.

El monitoreo de la actividad sísmica del fondo marino también podría ayudar a los científicos a estudiar los surgimientos de roca caliente y flotante dentro del manto de la Tierra, dice Romanowicz a Science News.

También lee: