La premisa del realizador Gabriel Ripstein para crear una serie en el marco del 50 aniversario de la matanza de Tlatelolco, fue contar una historia verosímil, basada en hechos reales. "La verdad sobre quién dijo qué, quién dio órdenes y quién estaba enterado no se sabe. El 2 de octubre de 1968 sigue siendo un asunto muy turbio, aunque haya una asignación de responsabilidades a nivel histórico", reconoce.
El thriller político que se estrena el 2 de octubre en Amazon, se centra en la pugna al interior del Partido Revolucionario Institucional por la sucesión presidencial, a dos años de que Gustavo Díaz Ordaz terminara su mandato. La trama mezcla personajes que existieron en la realidad, con otros ficticios. Pero incluso los que llevan el nombre real de políticos de la época, aclara Ripstein, son recreaciones.
Ripstein se mete en las entrañas de la Seguridad Nacional a través de Fernando Barrientos, interpretado por Daniel Giménez Cacho, un funcionario con más de 25 años de carrera en el sistema, quien como jefe de la Policía, pretende colarse entre los aspirantes a la sucesión.
Aunque la figura del protagonista remite a Fernando Gutiérrez Barrios -el creador de la Policía Secreta-, tanto Ripstein como el actor que encarna a Fernando Barros, aclaran que no se trata del priista fallecido en 2000.
"No es un retrato de Gutiérrez Barrios, de ninguna manera", explica Daniel Giménez Cacho. "La serie habla desde adentro del sistema político y cómo el personaje que yo hago, Fernando Barrientos y Luis Echeverría, entonces Secretario de Gobernación, manipulan el movimiento estudiantil para colocar a Echeverría como sucesor y orillar a Gustavo Díaz Ordaz a tomar una decisión definitiva para garantizar la Olimpiada en paz diez después".
Krystian Ferrer, quien protagonizó la ópera prima de Gabriel Ripstein (600 millas) y también estelarizará la segunda película del realizador, aún en etapa de planeación, interpreta a Beto, un infiltrado en el movimiento estudiantil. Ripstein cuenta que el personaje fue escrito especialmente para el actor, por su amplio rango de registro para enfrentar el reto de dar vida a un joven que se desenvuelve entre la vitalidad del movimiento estudiantil y la corrupción que lo domina todo.
"Me interesa la mirada de Gabriel. En 600 millas, a pesar de que el tema era el tráfico de armas, no había balazos todo el tiempo, es una mirada tangencial y al ser el 68 un tema tan controversial, creo que sus ojos eran idóneos para contar esta historia. Los personajes están tan bien escritos, que no son el bueno y el malo, sino que creen realmente que lo que están haciendo es lo correcto, lo cual lo vuelve mucho más tenebroso, incómodo, desde una mirada más fiel", dice el actor.
Karina Gidi, quien interpreta a Esperanza Barrientos, la esposa del protagonista, confía en que la serie pueda colaborar a construir una memoria histórica. "A eso aspiramos siempre que hacemos ficción, sea Shakespeare o Un extraño enemigo, a que el espectador lleve la reflexión a casa, al terreno de lo personal, cómo se comporta en su propia relación con el poder".
La matanza del 2 de octubre de 1968 es una herida abierta, por la sensación de que no ha habido justicia, reconoce Gabriel Ripstein. "Mi acercamiento ha sido cauteloso porque no soy politólogo ni experto en el 68. No pretendemos hacer un señalamiento puntual y que lo use la Comisión de la Verdad como lo que faltaba para tomar cartas en el asunto. La intención el público se enganche, tanto quienes saben del tema, que quizá identifiquen una serie de cosas, las critiquen incluso, así como los que no saben nada del asunto porque son muy jóvenes o de otro país. Que tenga los suficientes recursos narrativos para que la disfruten y los ponga a reflexionar sobre este deseo tan férreo de la clase política por el poder".