Culturas

Designación de Mayer, señal de poco interés en la cultura, coinciden especialistas

Periodistas y promotores culturales coincidieron en que la designación de Sergio Mayer como presidente de la Comisión de Cultura en San Lázaro es señal del poco interés del presidente electo por la cultura.

La designación de Sergio Mayer como presidente de la Comisión de Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados, confirma que la cultura no es un asunto relevante para el presidente electo, coinciden los periodistas y promotores culturales Arturo Saucedo y Eduardo Cruz Vázquez.

"No nos sorprende, por la gran participación de espacios en el duopolio televisivo y la idea de la cultura más apegada a la industria el espectáculo que tiene Andrés Manuel López Obrador", dice Saucedo. "Lo que vimos en su estilo como jefe de gobierno, es lo que estamos viendo en su política cultural.

No darle un valor a la cultura, pero darle una fuerte inversión al espectáculo, particularmente a las producciones de TV Azteca y de Televisa. Vimos el Teletón y el Juguetón en el Zócalo, y conciertos de RBD y todas esas estrellas de la televisión que costaban hasta 25 millones, pero no había recursos para la cultura. Andrés Manuel montó una oficina que se llamaba De Fiesta, que llevaba Julieta Campos, con una inversión muy fuerte de recursos, mientras la cultura estaba descapitalizada", agrega el también curador de arte.

La Comisión de Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados se encarga de tomar decisiones, mediante consenso, respecto a las iniciativas presentadas por los mismos legisladores, la comunidad artística o los ciudadanos en general. La aprobación de planes, presupuestos e

incluso leyes, se discute en sus sesiones ordinarias. Tiene la capacidad de accionar a partir de iniciativas del Ejecutivo federal, junto con la Comisión de Cultura del Senado, que en el nuevo gobierno, también será presidida por Morena.

El pasado martes, la Cámara de Diputados había anunciado que la comisión quedaría en manos del conservador Partido Encuentro Social. El historiador Ricardo de la Peña Marshall manifestó su deseo de ocupar la presidencia y el actor Ernesto D'Alessio era otro posible candidato.

Parte de la comunidad cultural cuestionó que la cultura quedará en manos de un partido con ese perfil, aunque, advierte Eduardo Cruz Vázquez, lo más preocupante para el gremio fue que la designación obedeciera a un criterio de cuotas partidistas. "Morena quiso quedarse con lo que más le interesaba para su estrategia política y soltar a sus aliados aquellas comisiones que no le representaban suficiente interés".

Para el coordinador de ¡Es la reforma cultural, presidente! (Editarte, 2017), un libro que forma parte de toda una cruzada en favor de la cultura en este país, la designación de Mayer en la Cámara de Diputados y de la cantante Susana Harp en la Comisión de Cultura del Senado, es un "doblete" de Morena, cuando lo deseable sería que una de las dos Cámaras quedará en oposición.

"Las tres últimas comisiones las presidió el PAN, un precedente de la oposición, después de haber estado muchos años en manos del PRI y del PRD y ninguno de los titulares, que fueron Kenia López, Margarita Saldaña y Santiago Taboada, era especialista en el medio, pero tenían solvencia para entender el asunto. Creo que ahora hay que entender que lo central se logró: que no quedara la comisión en manos del PES. Falta ver cómo se resuelve en el Congreso de la Ciudad de México la Comisión de Cultura de la nueva legislatura local y estar atentos en manos de qué partido y de qué persona queda".

Mayer, también empresario creador del show Solo para mujeres, es el farandulero que ha alcanzado el nombramiento de mayor relevancia en la Cámara de Diputados. Otras figuras como Ignacio López Tarso y Silvia Pinal, quienes fueron parte de Comisión de Cultura que presidió el poeta Jaime Sabines en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari y recientemente la actriz Carmen Salinas como diputada del PRI, han incursionado en la política.

En sus primeras declaraciones, Sergio Mayer se ha manifestado a favor de la diversidad y el apoyo a la cultura, además de prometer mayor presupuesto. Pero, concluye Arturo Saucedo, "no se pueden crear nichos de gasto, sin tener la previsión presupuestal de dónde sale; no se puede hablar de un incremento sin hacer análisis de las partidas. Por ejemplo, a dónde se debe ir el incremento: ¿a plazas, salarios, rescate del patrimonio cultural, mantener y promover el patrimonio inmaterial? O la educación artística, el fomento, la producción, el cine, la promoción; son muchos aspectos de la cultura y sin una evaluación precisa, no se puede hablar de un incremento general".

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