Los trazos, los colores y las texturas que se despliegan sobre el lienzo no son pinceladas. El juego cromático abstracto, de líneas curvas, está formado por los retazos de pantimedias estiradas sobre el bastidor cubierto de lino. La pieza se llama Fresh Star (2018) y es del artista mexicano Martín Soto Climent (1977), de la galería Proyectosmonclova.
Aparte, el color carne, los pliegues curvilíneos y la corporalidad de la serie Límbica, de la venezolana Lucía Pizzani, sugiere, a través de la escultura en cerámica y la fotografía, los dobleces de la piel o de piernas cubiertas por una media de red.
Al dialogar ambas piezas, creadas por artistas de tierras distintas, disparan un discurso que apunta al cuerpo, y al género –temática que, a través del trabajo con la terracota, la fotografía, la instalación o el performance, está en el centro del trabajo de Pizzani.
"Es un discurso que surge de los materiales y del tratamiento que el artista les da", observa Kiki Mazzucchelli, curadora invitada a montar la exposición de la sección Zsonamaco Sur, que cumple una década.
Si hay un giro reconocible dentro de la heterogeneidad del arte contemporáneo en la segunda década del siglo es que los artistas han revalorado lo tangible en las obras. La materia habla. Y ellos vuelven a escucharla. Es éste el fenómeno que la comisaria pone de relieve en la muestra que intituló La lógica de los materiales.
"Es muy importante destacar que lo que planteo aquí no es una visión digamos neokantiana, formalista del arte, sino más bien cómo los materiales están jugando un rol más prominente en el arte hoy", explica Mazzucchelli en entrevista desde Londres, donde radica.
"El interés de los artistas en los materiales es algo reciente. Hay muchos que lo tienen, especialmente en América Latina, aunque no exclusivamente; muchos jóvenes. A diferencia de los años 90 y la primera década del 2000, cuando hubo un mayor interés en los procesos narrativos y el retorno a lo conceptual, ahora hay quienes exploran materiales para generar significados".
Para esta muestra, Mazzucchelli ha seleccionado 13 piezas de igual número de creadores, cada uno en representación de una galería.
"En el caso de Pizzani, a la carga histórica que lleva intrínseco el uso milenario de la terracota y de sus técnicas de cocción, la artista añade una carga de feminismo", explica la curadora. La superficie texturizada de sus esculturas, cuyo patrón remite a la piel, ejercen una metamorfosis en el material, generando una especie de alquimia de género. El título, además, hace referencia al cerebro límbico, la parte que gobierna las emociones y los impulsos básicos como el deseo sexual.
Zsonamaco 2018
- Centro Citibanamex, Hall D. Conscripto 311, Lomas de Sotelo
- Miércoles 7, 16:00 a 21:00; jueves 8 al sábado 10, 12:00 a 21:00; domingo 11, 12:00 a 20:00 horas
$275, general; $165, estudiantes
- 170 Galerías de 27 países
- Presenta 5 secciones: General, Diseño, Zsonamaco Sur, Nuevas Propuestas y Arte Moderno
- Se otorgarán 3 Premios: Tequila 1800 Colección, Adquisición ARTZ Pedregal y Adquisición JSa Arquitectura para Artistas Emergentes
- 2 ciclos de Charlas: Artist talk: Barbara Kasten, Mungo Thomson y Mario García Torres
- Curators Talk: Irene Aristizábal, Jennifer Teets, João Mourão, Luís Silva y Samuel Saelemakers
- 7 conferencias: El diseño en los museos; Flavin Judd en conversación con Jose Castillo; El diseño como herramienta; Nuevas Propuestas presenta; Panel de artistas y El arte de coleccionar
Otro de los artistas que seleccionó es Rodolfo Eddie Aparicio, quien trabaja y radica en Los Ángeles. Parte importante de su trabajo utiliza cortezas y troncos de árboles que han sido intervenidos por la gente, ya sea grabando alguna inscripción, como sus iniciales, pegando un póster o marcándolo.
"Él vierte una capa de caucho en los troncos y los extiende para presentarlos como un lienzo a través del cual traza una arqueología de los contextos en donde estos árboles fueron marcados", detalla Mazzucchelli, quien también eligió una obra comisionada a la mexicana Minerva Cuevas, de Kurimanzutto.
"Por qué hay una vuelta a lo material es algo que no puedo contestar, es algo que se ve, también en Europa; veo que hay materiales que antes eran poco valorados, como los textiles o la cerámica, que se están volviendo muy populares. Sin duda se está dando una cierta revaloración de la historia del arte y de prácticas olvidadas o despreciadas incluso, y están encontrando un nuevo lugar en el arte contemporáneo".
La curadora brasileña (Sao Paulo, 1972) es la primera mujer –destaca ella misma con un dejo de risa– invitada a curar el salón Zsonamaco Sur, que abrirá sus puertas dentro de la feria Zsonamaco, en el Centro Citibanamex, desde hoy y hasta el domingo 11 de febrero.