La falta de inversión y la 'anémica' productividad laboral están limitando el crecimiento de la economía del país, por lo que la nueva administración tendrá que ser capaz de acelerar la inversión para lograr un crecimiento de 2.5 por ciento en 2019, de acuerdo con el director para América Latina de Moody's Analytics, Alfredo Coutiño.
"Si la inversión no crece a una velocidad mayor a la que crece el PIB, entonces la acumulación de capital se estanca o decrece. Con ello se debilita la fuente fundamental del crecimiento permanente y de fortalecimiento de la productividad", señaló el economista.
Coutiño indicó que si el nuevo gobierno no es capaz de acelerar la inversión rápidamente, entonces la única forma de lograr un crecimiento de 2.5 por ciento en el 2019 es a través de la expansión del gasto público, pero esto puede deteriorar las cuentas fiscales y ampliar el desequilibrio fiscal.
De acuerdo con las estimaciones de Moody's Analytics, la tasa de crecimiento potencial se ajustó ligeramente a la baja, al situarse en 2.3 por ciento en la segunda mitad del año contra un 2.4 por ciento al final del año pasado. La tasa de crecimiento potencial es la tasa a la que puede crecer como máximo la economía a medio plazo.
El economista de Moody's explica que a pesar de que el coeficiente inversión-producto detuvo su caída en el primer semestre, la baja en el potencial de la economía se explica por la caída en la productividad laboral, pues mientras la inversión como proporción del PIB aumentó ligeramente a 21.5 desde 21.3 por ciento en el 2017, la productividad laboral se contrajo a una tasa anual de 0.5 por ciento en el mismo periodo.
"La inversión productiva se ha reducido durante la presente administración, al pasar de 23.3 por ciento del PIB en 2012 a 21.2 por ciento en el segundo trimestre del 2018. Esta desinversión, de poco más de dos puntos porcentuales del PIB, explica en gran medida la reducción en el crecimiento potencial de 2.6 en 2012 a 2.3 por ciento a mediados de 2018", dijo Coutiño.