Economía

Anticipan freno para el segundo semestre

Un menor dinamismo en la manufactura y el impacto del alza en las tasas de interés son factores que podrían generar que el PIB del país pase de 2.7 por ciento en la primera mitad de 2016 a 2.3 por ciento para el segundo semestre.

La actividad económica en México registrará un menor dinamismo en el segundo semestre del año ante una menor expansión del mercado interno y el continuo deterioro del sector exportador, aunado al impacto que tendría el alza en las tasas de interés del jueves pasado.

Con base en la encuesta de expectativas de los analistas que recopila el banco central, se prevé que en la primera mitad del año el Producto Interno Bruto (PIB) reportará un avance de 2.7 por ciento, cifra que se reducirá a 2.3 por ciento para el segundo semestre.

Entre los factores que moderarán el ritmo de crecimiento de la economía en la segunda mitad del año destaca un menor dinamismo del sector manufacturero con efectos sobre el mercado laboral y sobre el consumo, afirmó Alejandro Cervantes, subdirector de economía nacional de Grupo Financiero Banorte.

El especialista espera una desaceleración de la manufactura, ya que el reporte del IMEF advierte sobre ciertos indicadores adelantados que podrían sugerir una desaceleración más severa de la prevista.

Asimismo, los indicadores cíclicos de la economía apuntan a que el país reportará una menor actividad en los próximos meses, al tiempo que el deterioro en la confianza de los consumidores apunta a un menor gasto de los hogares.

También el panorama para las inversiones es desalentador, ya que la importación de bienes de capital se mantiene en contracción y las perspectivas de los empresarios son negativas.

Rafael Camarena, analista de Banco Santander explicó que se contempla que la economía crecerá a tasas moderadas, ante la moderación del desempeño de las exportaciones no petroleras.
La volatilidad financiera se anticipa que se va a mantener durante el segundo semestre, lo que desincentivará la inversión en capital fijo que a la larga tendrá efectos sobre el consumo privado, indicó.

"La depreciación del tipo de cambio tendrá un impacto sobre los niveles de consumo y de inversión", advierte Cervantes, "de hecho ya lo hemos observado en los últimos reportes de inversión fija bruta, donde el componente que ha presentado una mayor reducción son las importaciones de maquinaria y equipo", dijo.

Si bien, el consumo privado continuará creciendo, advierten que será a tasas más moderadas, expuso Camarena.

CAE CONFIANZA EMPRESARIAL
Entre los componentes del Índice de Confianza Empresarial (ICE), la situación económica presente y futura del país tuvieron la mayor evaluación negativa entre los tres sectores encuestados: manufacturero, constructor y comercial.

Los empresarios del sector comercio fueron los más desconfiados al apuntar una reducción de tres por ciento en junio a tasa anual. La más significativa en un lapso de cinco meses.

En tanto el optimismo de los empresarios de la construcción logró acumular año y medio en terreno negativo, y la confianza de los industriales manufactureros se redujo por segundo mes consecutivo.

Los factores que más mermaron su confianza fueron la situación económica presente y la futura de la economía, en el caso de la manufactura con bajas de 1.2 y 0.8 por ciento, respectivamente y para la construcción fueron los descensos fueron de 3.2 y 4.6 por ciento, cada uno.

IMPACTARÁ ALZA DE LAS TASAS
El aumento en la tasa de objetivo del Banco de México de 50 puntos base el jueves pasado inhibiría el crédito al consumo y provocaría que uno de las bases del crecimiento de la economía en los últimos meses, la fortaleza del consumo interno, se vea impactado y con él se dé una ralentización en el dinamismo económico, coincidieron especialistas.

Carlos Capistrán, economista en Jefe para México de Bank of America Merrill Lynch explicó que eventualmente mayores tasas de interés van a desacelerar el crédito al consumo, "ese es uno de los mecanismos a través de los cuales creemos que se puede desacelerar la economía", dijo el especialista al señalar que bajó su pronóstico de crecimiento para el próximo año de 2.5 a 2.3 por ciento; mientras que para este 2016 lo mantiene en 2.3 por ciento, con riesgos a la baja.

El cambio de la política monetaria de Banco de México por preocupaciones inflacionarias tendrá un efecto de debilitamiento de la economía, coincidió Eugenio J. Alemán, economista Senior en Wells Fargo Securities.

"La economía se va a debilitar aún más por este cambio en la política monetaria".

En junio, Wells Fargo recortó su estimado de crecimiento para México en este año de 2.8 a 2.6 por ciento y para 2017 lo ajustó de 3.1 a 2.8 por ciento.

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Las expectativas de crecimiento para 2016 se han venido ajustando a la baja desde diciembre de 2013.

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