En los últimos ocho años, los paladares mexicanos han desarrollado gusto por las cervezas extranjeras, con lo que las importaciones se incrementaron 80 por ciento, al pasar de 142.3 millones de litros en 2007 a 256.7 millones de litros en 2015, de acuerdo con datos de la Secretaría de Economía.
Con ello, la participación de estas bebidas en el consumo nacional creció de 0.2 por ciento a casi 3 por ciento entre 2007 y 2015.
Esta penetración contrasta con la de la cerveza artesanal mexicana cuya participación en el mercado nacional es incipiente, pues actualmente asciende 0.12 por ciento, pese a que registra un crecimiento anual de 30 por ciento, de acuerdo con datos de la Asociación de Cerveceros de la República Mexicana (Acermex).
De los 256 millones de litros de cerveza que se importaron en 2015, el 94 por ciento provienen de Estados Unidos, el resto de Bélgica, Alemania, Guatemala, Inglaterra, Irlanda, España y República Checa.
Con todo, México sigue siendo líder cervecero al ser el cuarto productor mundial con 9 mil 702 millones de litros, y el primer exportador global.
Tanto para la Acermex como para la Cámara de Fabricantes de Cerveza conocida ahora como Cerveceros de México el incremento de la importación se debe a que la cultura cervecera se está popularizando en el mercado mexicano.
Felipe Valderrama, dueño de la importadora Mundo Malta, señaló que el crecimiento de las franquicias y establecimientos especializados en cerveza también han jugado un papel importante. "Eso ha hecho que haya mucho más puntos de venta a nivel nacional", dijo.
Por su parte, Georges Symeonidis, director de la importadora de Europa Beer que en los últimos ocho años ha crecido más de 300 por ciento importando marcas como Duvel y Boscoli, esto se debe a que en México el consumidor bebe marcas, más que calidad.
Sin embargo, lo mejor todavía está por venir, de acuerdo con Juan Antonio Sánchez, comerciante del norte del país. "El 80 por ciento del crecimiento se va a ver pequeño comparado con lo que veremos en los siguientes dos años", dijo a El Financiero.
"No sólo para las importadas, también para las cervezas artesanales o la que es considerada alternativa a las cervezas industriales".
NUEVAS ESTRATEGIAS
El crecimiento de este mercado se logrará gracias a estrategias como la de Grupo Modelo y su oferta de cervezas de otros países que vende por Internet, un canal que próximamente replicará Heineken en México, aseguró Sánchez.
La sed por la cerveza extranjera se refleja en el número de etiquetas que estas dos importadoras comercializan. Ambas empezaron con dos o tres y ahora rebasan las 20.
La mayoría de la cerveza que se consume en México es tipo lager, que se caracteriza por una graduación de alcohol que ronda el 4 por ciento, tiene sabor suave y colores traslúcidos.
Pero ahora, el consumidor busca cervezas de otros países, donde el cuerpo y sabor son más densos y la graduación sobrepasa el 10 por ciento, sobre todo las de Europa, explicó Valderrama. "Lo que a la gente le llama la atención es que tenga mucho más cuerpo y, sobre todo, más alcohol", agregó.
Con todo, los cerveceros artesanales no ven en la importación a un enemigo. "Sí hay muchas importaciones, pero también las cervezas artesanales están avanzando", dijo Paz Austin, presidenta de Acermex.
Hasta hace unos años se tenían registradas 300 cervecerías artesanales en el país, hoy son más de 500.
Según la Acermex, el reto que enfrentan los productores de cerveza artesanal es la carga fiscal, que no les permite competir con los grandes grupos. "Además muchos insumos provienen de Estados Unidos y se cotizan en dólares", dijo Valderrama
