El 11.7 por ciento de las partes de los coches fabricados en Estados Unidos provienen de México y el 12.7 por ciento de Canadá y además, el 27 por ciento de los autos que se venden en ese país son originarios de México y Canadá.
Si el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) terminara, los afectados serían los precios de los autos por mayores costos relacionados con tarifas arancelarias, destaca un análisis de UBS.
"Hoy en día una autoparte en promedio está cruzando las fronteras de los tres países alrededor de cuatro a seis veces antes de que termine en un coche. Determinar dónde fue hecha es prácticamente imposible por lo integrada que está la cadena de suministro", dijo en entrevista Esteban Polidura, director de inversiones para UBS México.
En el caso de Ford, por ejemplo, 265 mil coches fabricados en sus plantas en México se fueron hacia el país vecino en los primeros seis meses de 2016, y de acuerdo con Panjiva, una firma de análisis comercial de EU, el valor de estos autos llega hasta cuatro mil millones de dólares, lo que significa que Ford habría pagado 1.4 mil millones de dólares sólo de aranceles, por cruzar estos autos a territorio estadounidense.
En el tema de reglas de origen en automóviles, propuesta en la que EU pide que el contenido regional se eleve de 62.5 por ciento, a 85 por ciento, también hay controversias ya que ninguno de los productores de automóviles cumple con este requerimiento.
Los autos de GM tienen en promedio 83 por ciento de la región TLCAN; le sigue FCA (80 por ciento), Honda ( 78), Ford (76), Mazda (75), Toyota (70), Nissan (67), Daimler (65), VW (59), Kia y Hyundai (48) Subaru (45) y BMW (40).
En esta propuesta de reglas de origen, también se plantea elevar el contenido estadounidense en los autos a 50 por ciento, nivel que sólo cuatro empresas superan actualmente: Honda, FCA, Ford y Toyota, según el reporte de UBS.
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