El Fondo Monetario Internacional (FMI) ajustó a la baja sus pronósticos de crecimiento de la economía mexicana para 2016 y 2017. La previsión del Producto Interno Bruto (PIB) para este año se ubicó en 2.4 por ciento, 0.2 puntos menos de lo estimado en enero pasado y muy por debajo del 3.8 por ciento que auguraba en octubre de 2014.
Para 2017 la expectativa es de un crecimiento de 2.6 por ciento, desde un 2.9 por ciento previo y será hasta el 2020 cuando se alcance una tasa de 3 por ciento.
Sin embargo, "los pronósticos para México son bastante robustos, un poco por debajo de lo previsto a mediano plazo", expuso Maurice Obtsfeld, consejero económico y director del Departamento de Análisis del FMI.
Durante la conferencia de prensa transmitida vía web, para la presentación del reporte "Perspectivas de la Economía Mundial" en el marco de las Reuniones de Primavera en Washington, reconoció que la economía mexicana se ha visto afectada por factores externos como la caída en los precios del petróleo, que ha tenido repercusiones en el ámbito fiscal y también por la evolución de la industria manufacturera en Estados Unidos.
"Sin embargo, la moneda competitiva y el desempeño económico seguramente llevarán al país en a una posición más competitiva", puntualizó.
El funcionario indicó que el dinamismo de la economía mexicana será soportado por una saludable demanda privada doméstica y el efecto colateral de una robusta economía estadounidense.
No obstante, advirtió que existen factores con incidencia negativa en el desarrollo de la economía estadounidense e identificó dos: la reducción marcada de la inversión en el sector energético por la caída en los precios del petróleo y la fuerte apreciación del dólar que ha frenado las exportaciones, impactando la manufactura.
Por otra parte, el organismo indicó que el crecimiento cada vez más lento deja a la economía global expuesta a mayores riesgos negativos y ha hecho más tangible el peligro de un estancamiento internacional, para lo que propone actuar con un enfoque basado en tres francos: políticas monetarias, fiscales y estructurales.
El FMI recortó el pronóstico para el PIB mundial en 2016 a 3.2 por ciento, 0.2 puntos porcentuales menos que lo previsto en enero pasado y del cuatro por ciento de octubre de 2014.
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