Un bajo ritmo de crecimiento en la actividad industrial del país desanimó la expansión de la economía mexicana durante agosto.
El Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), una especie de Producto Interno Bruto (PIB) mensual, reveló que durante ese mes se observó un incremento de 1.7 por ciento anual, cifra inferior al aumento de 2.8 por ciento reportado en julio pasado.
De acuerdo con el índice, el ritmo expansionista del IGAE se ubicó por debajo del promedio de 2 por ciento que se ha venido registrando durante este año.
La desaceleración de la economía puede ser explicada por el bajo crecimiento de la actividad industrial del país que, durante agosto, aumentó 0.2 por ciento a tasa anual, dato menor al 1.2 por ciento registrado durante el mes precedente.
Tampoco ayuda el 'hoyo' en el que se encuentra la actividad minera en México, ya que con la caída de 4 por ciento anual reportada en agosto, la división ya hila 51 meses de contracciones.
Agosto tampoco fue un buen mes para la construcción, sector que registró una caída del 0.8 por ciento a tasa anual, su primer retroceso en cinco meses.
La industria manufacturera metió un ligero freno a su dinamismo al presentar un aumento de 1.8 por ciento anual.
Juan Carlos Alderete, economista senior de Grupo Financiero Banorte, pronosticó esta desaceleración en el sector, aunque resaltó el ritmo saludable que la manufactura ha mostrado "a pesar de la incertidumbre de los últimos meses sobre la relación comercial con Estados Unidos".
El especialista subrayó la correlación importante entre las manufacturas y los servicios, por lo que el menor dinamismo de la manufactura también impactó a las actividades terciarias, principal motor de la economía nacional, al reflejar una expansión anual de 2.5 por ciento, cifra menor al 3.6 por ciento alcanzado en julio.
Dos de los nueves sectores que conforman los servicios mostraron caídas: las actividades relacionadas con esparcimiento cultural y deportivo retrocedieron 2.7 por ciento, mientras que los servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas bajaron 0.4 por ciento a tasa anual con base a cifras ajustadas por efecto calendario.
Por otra parte, el mayor crecimiento del mes lo tuvieron las ventas minoristas, al arrojar un incremento de 6.4 por ciento anual, resultado que ubicó a dicha actividad en su mejor nivel en los últimos 5 meses.
Las actividades relacionadas con agricultura, ganadería, pesca y caza hilaron dos meses de avances, al reportar un crecimiento de 1.1 por ciento anual.
Francisco Flores, economista de Banorte prevé que, durante los próximos meses, los servicios seguirán siendo impulsados por una dinámica relativamente favorable del consumo, que se mantiene como el principal motor de crecimiento del país.
"Creemos que la actividad económica continuará avanzando a un ritmo relativamente favorable, aunque moderará su ritmo de expansión", puntualizó.