El Banco de México redujo este jueves por tercera vez su pronóstico de crecimiento de la economía mexicana para 2016.
El nuevo rango del Banco Central es de entre 2 y 3 por ciento, desde el 2.5-3.5 por ciento previo.
La tercera revisión a la baja que hace la entidad comandada por Agustín Carstens para 2016 es precedida por las dos que hizo en 2015 desde su primera previsión el 19 de noviembre de 2014.
El rango del Banxico se encuentra ya lejos del estimado que tiene el Gobierno, a través de la Secretaría de Hacienda, de entre 2.6 y 3.6 por ciento.
El miércoles analistas económicos ajustaron a la baja su estimación del crecimiento del PIB de México en 2016 a 2.45 por ciento, desde el 2.69 por ciento anterior.
Los analistas señalaron a la debilidad del mercado externo y la economía mundial como el principal factor de riesgo para la economía mexicana, seguido de los precios del petróleo y la incertidumbre cambiaria.
Para 2017, el Banxico ajustó por primera vez su pronóstico de crecimiento a un rango de entre 2.5 y 3.5 por ciento, desde el anterior de 3 y 4 por ciento.
"El entorno internacional que ha enfrentado la economía mexicana se ha caracterizado por una notoria debilidad por varios años en el ritmo de expansión de los niveles de actividad global, generando continuas revisiones a la baja en las expectativas de crecimiento", señaló el Banxico en su reporte trimestral correspondiente al último periodo de 2015.
Rey Saúl Torres olivares, analista de Economía Nacional en Banorte Ixe, dijo que el movimiento en las expectativas que realizó el Banco de México es congruente con el recorte al gasto publicó que anunció la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) hace dos semanas.
"Banxico se pone en línea con los estimados de los analistas y es congruente con el recorte al gasto público", haciendo referencia a la encuesta de analistas del miércoles.
"Nosotros creemos que por lo pronto no habrá más reducciones significativas en los estimados de crecimiento, esperaremos datos económicos del primer y segundo trimestre", agregó.
En materia de inflación, el Banxico señaló que podría ubicarse cerca de su objetivo del 3 por ciento y que hasta el momento no se han presentado efectos por la caída del peso.
En la primera mitad de febrero la inflación anual de México se aceleró a un 2.94 por ciento, su mayor nivel en diez meses, pero por factores volátiles como los precios agropecuarios.
El banco elevó sorpresivamente en febrero su tasa de interés para frenar la caída del peso y contener un eventual aumento en la inflación.
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