Barreras no arancelarias y reglas de origen, claves para el comercio en AL

Una de las herramientas que podrían 'pivotear' el comercio en los países que integran la Alianza del Pacífico y los Mercados del Sur (Mercosur) es empujar hacia la eliminación de las barreras no arancelarias y la estructuración de las reglas de origen, según Víctor Rico, secretario general del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).

De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el comercio intrarregional entre los países de Latam es de más de 21 por ciento, un promedio muy bajo comparado con otras regiones.

"Gran parte del universo arancelario está con arancel cero, lo que hay que avanzar es en el tema de las barreras no arancelarias y también el tratar de ir avanzando las reglas de origen, pero bueno, este es un proceso que yo creo que en la medida que se vaya concretando y avanzando, va a tener un impacto muy fuerte en términos de el crecimiento del comercio, que todavía es muy bajo a nivel latinoamericano", dijo Rico en entrevista con El Financiero.

"No olvidemos que el comercio interior entre los países de Europa supera el 70 por ciento… entonces con los niveles que tenemos actualmente en la región es difícil que puedan generar flujos de inversión y crecimiento", agregó el especialista.

Asimismo, los organismos multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el CAF están impulsando iniciativas para el desarrollo de fondos que apoyen proyectos de infraestructura de los países de la Alianza del Pacífico (AP).

"Los países de la AP tienen la intención de crear un fondo de infraestructura… CAF y el BID participamos en los términos referentes a este fondo y yo lo que les he manifestado a los ministros es que CAF puede.. apoyar, en primer lugar, en la estructuración del fondo; en segundo lugar, en la contribución financiera del fondo y también en el financiamiento o cofinanciamiento de las eventuales operaciones que sean financiadas por el fondo", dijo

El fondo tiene como objetivo cubrir el déficit de recursos existentes en materia de infraestructura de los países de la alianza y atraer flujos de capitales del sector privado.

"Los países de América Latina invierten entre el 2.5 y 3 por ciento del PIB en infraestructura, pero las demandas y necesidades de infraestructura llegan al doble de ese porcentaje… para que esto ocurra debemos trabajar en la región para que en los estudios que acompañan a estos proyectos sean estudios que estén sólidamente elaborados desde el punto de vista técnicos y sean además financiados" concluye.