Todos los lotes de gasolina y diésel importados a México deberán pasar por lo que analistas consideraron un complejo proceso de certificación. Una de las dificultades es que la calidad de la gasolina importada debe aprobarse por laboratorios y centros de certificación registrados previamente en la Secretaría de Economía.
Sin embargo, esta no es una práctica internacional por lo que en Estados Unidos no hay laboratorios como los requieren la Secretaría de Energía, la de Economía y el propio Servicio de Admnistración Tributaria para dejar entrar los cargamentos de combustible de privados.
César Cadena, director de Grupo Energéticos, opinó que más allá de la certificación no es posible importar un sólo litro con el esquema actual de precios de las gasolinas.
Del total de la demanda nacional de gasolinas el 50 por ciento se cubre con importaciones -misma que hasta antes de abril se llevaba a cabo exclusivamente por Pemex-.
Rosanety Barrios, jefa de la unidad de políticas de Transformación Industrial de la Sener estimó que es posible que Pemex todavía mantenga el 50 por ciento del abasto nacional.
"Pemex, me parece a mí, que debiera tener una prioridad por mover el producto de su propia refinería, entonces eso quiere decir que 50 por ciento de la demanda, perfectamente bien puede seguir atendiéndose de producto nacional", pronosticó.