El gusto que los mexicanos han desarrollado en los últimos años por la cerveza es tal que ya compite reñidamente con la ingesta de leche fluida.
Mientas que el consumo per cápita de cerveza pasó de 50 a 60 litros anuales en los últimos diez años, el de leche fluida se ubica entre 55 y 65 litros, de acuerdo con cálculos obtenidos a partir de datos de la Cámara Nacional de Industriales de la Leche (Canilec).
La popularidad de la cerveza se debe a que la gente adquiere cada vez más conciencia de los beneficios que tiene beberla con moderación, señaló Maribel Quiroga, directora de Cerveceros de México.
"La cerveza tiene 90 por ciento de agua, tiene nutrientes, vitamina D, fibra, ácido fólico, tiene un montón de cosas que otras bebidas alcohólicas no te proporcionan", dijo.
Entre los segmentos de la población que más voltean a ver la cerveza están los millennials e incluso las mujeres, que hace algunos años mostraban un interés menor por ésta.
"Hacia allá está migrando el mercado y por supuesto que lo sabemos ver, lo sabemos aprovechar tanto las grandes compañías cerveceras como los artesanales que también están haciendo una labor muy importante de promoción de cultura cervecera", expuso Quiroga, en entrevista con El Financiero.
DESINTERÉS POR LA LECHE FLUIDA
En cuanto al mercado de la leche, más allá de consumir más o menos litros del líquido, la gente ahora prefiere ingerirla en productos derivados y procesados, en vez de beberla.
Tomando en cuenta todos los productos lácteos, el consumo se ubica en los 130 litros anuales per cápita, precisó la Canilac.
"Alrededor de la mitad se está yendo en leche líquida; no hay un dato oficial, sino en base a lo que las empresas captan en su queso, yogurt y lo que se va en leche es como la mitad, desde un 80 o 90 por ciento que era antes, es decir ha venido bajando", dijo René Fonseca, director de la Canilec.
"La leche cada vez se consume más a cucharadas y a mordidas. Los ganaderos se aferran a la leche (fluida), pero la realidad indica otra cosa", anotó.