Todo inversionista puede conformar un portafolio que genere rendimientos mayores al promedio, el reto descansa en elegir a 'super compañías'.
Aziz V. Hamzaogullari, vicepresidente de Loomis Sayles & Company, firma miembro de la red de Natixis Asset Management, indicó que la selección se basa en tres pilares: su calidad, crecimiento y valuación.
Indicó que las cualidades del equipo de administración y qué tan alineados están a los intereses de largo plazo de los accionistas, son muy importantes a la hora de evaluar las fuentes de crecimiento rentable y sostenido; dinámicas que no cambien al menos en los próximos cinco años y la valuación se enfoca en estimar el valor intrínseco de la compañía y para ello la metodología principal es a través de los flujos de efectivo libre a futuro.
"Buscamos compañías que puedan generar crecimiento sostenible y rentable e invertimos sólo cuando están vendiendo a un descuento significativo respecto a nuestro valor intrínseco estimado. Al invertir en una empresa buscamos las más atractivas oportunidades de recompensa a riesgo", señaló.
Se considera que la empresa tenga una ventaja competitiva sostenible. Se realiza un análisis competitivo a nivel industria y uno financiero en donde lo ideal es que no tenga deuda o muy baja. "Lo principal es su generación de flujo libre, en nuestro portafolio estimamos una generación de 17.2 por ciento en el efectivo en los próximos cinco años", apuntó.
Bajo este modelo, el fondo Loomis Sayles Growth Fund, de la firma Loomys Sayles & Company, tuvo un rendimiento que superó en 10.5 por ciento al del índice S&P 500 de la bolsa de Nueva York en los últimos cinco años y está integrado por 33 compañías consideradas con ventajas clave.
Dentro de las 10 firmas con mayor peso en el fondo están Facebook, Alphabet, Amazon.Com, Visa y Cisco Systems, lo que hace que el sector de tecnologías de información represente el 44 por ciento dentro del total de la cartera.
Agregó que no se trata de dejar el entorno, sino que el enfoque es tener una verdadera visión de largo plazo como horizonte de inversión, de tal suerte que la volatilidad de los mercados financieros, la incertidumbre sobre la economía global o los efectos de la aplicación de políticas monetarias sobre la paridad cambiaria, no representa una amenaza para el objetivo.