Los rumores sobre el ocaso de la perforación en aguas profundas en un mundo con un precio del petróleo por debajo de cien dólares puede que hayan sido muy exagerados, para gran consternación de la OPEP.
La extracción de crudo de lechos marinos a miles de metros de profundidad se está abaratando conforme los productores optimizan las operaciones y priorizan la perforación en pozos centrales, según Wood Mackenzie.
Esto significa que el petróleo a 50 dólares por barril podría sostener algunos de estos proyectos para el próximo año, frente a un precio de equilibrio medio de alrededor de 62 dólares en el primer trimestre y 75 en 2014, estima la consultora.
La caída de los costos presenta otro desafío para la Organización de Países Exportadores de Petróleo, que actualmente está limitando la producción para reducir un excedente.
Previsión. Citigroup estima que la extracción de yacimientos tipo shale (no convencionales) es imparable a menos que el precio del petróleo caiga a menos de 40 dólares por barril. Además la producción de aguas profundas crecería en más de un millón de barriles diarios para el 2022.
En 2014, cuando el auge del shale de EU provocó una caída del petróleo desde un nivel superior a 100 dólares por barril, el grupo emprendió una estrategia diferente, de extracción a criterio propio, para defender la cuota de mercado y acelerar proyectos de alto coste.
Ali Al-Naimi, el exministro de Energía de Arabia Saudí —país miembro de la OPEP— dijo en febrero de 2016 que tales productores necesitan "bajar los costos, tomar prestado efectivo o liquidar".
"Todavía hay vida en las aguas profundas", dijo Angus Rodger, director de investigación de exploración y producción petrolera en la región de Asia Pacífico para Wood Mackenzie en Singapur. "Cuando los precios del petróleo cayeron, se aplazaron muchos proyectos, y los primeros fueron los de aguas profundas, porque los precios de equilibrio eran generalmente los más altos. Ahora, en 2017, estamos viendo señales de que los mejores están regresando".
La caída de los costos hace que sea más probable que los inversores aprueben la extracción de crudo de tales proyectos grandes de aguas profundas, cuyo proceso es más complejo y arriesgado que la perforación de yacimientos tradicionales en tierra firme. Eso puede competir con el petróleo de la OPEP.