En adelante, empresas privadas y hasta personas físicas podrán importar electricidad del extranjero, lo que ocasionará que en su fábrica, tienda o comercio pueda haber una reducción aún mayor de las tarifas de luz o ventajas como contar con un suministro de respaldo para cuando se vaya la electricidad.
Aunque para ello será necesario que se firme un contrato entre el exportador y el importador que estará bajo el control de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Esto porque, aunque se trata de una operación entre privados, la electricidad que se importe de una planta en el extranjero llegará a través de los cables del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) que controla la CRE.
Por lo anterior, este lunes se sometió ante la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer) este nuevo contrato para recibir comentarios de particulares.
Es importante mencionar que previo a la reforma energética ya era permitida la importación de electricidad pero bajo una modalidad limitada, que era exclusiva de los proyectos de autoabasto, recordó Arturo Carranza, analista de Solana Consultores.
"Esta nueva figura y el nuevo mercado eléctrico cambia substancialmente las reglas del juego y ahora se esperaría mayor flexibilidad para importar, pero no sólo importar, sino también exportar, sobre todo en los estados fronterizos con Estados Unidos que tienen esta ventaja de generar electricidad por fuentes renovables", dijo.
En el contrato se estipula que si el exportador no cumple con las fechas y la interconexión al SEN el contrato será rescindido por la propia Comisión.
Por este motivo de incumplimiento hay multas de hasta 10 por ciento de las obras realizadas que debe pagar el exportador al importador, en caso que no se realicen las operaciones pactadas, como la interconexión al sistema nacional o la falta de cumplimiento del abasto pactado.
En febrero la empresa Energía Buenavista obtuvo el primer permiso de este nuevo marco legal para este tipo de importación que será de una central en Frontera Texas, con una capacidad de 540 megawatts y una inversión de 40 millones de dólares.
Otras empresas que han solicitado permisos de importación este año son Bard Reynosa y Parker Hannifin de México.