No incluir a mujeres en la vida laboral genera pérdidas de ingresos del 10 al 37 por ciento del PIB para todas las regiones del mundo, según estimados del Banco Mundial.
El organismo calcula que más de mil millones de mujeres en el mundo no tienen acceso a servicios financieros debido a que no participan en la vida laboral.
Eliminar las barreras que impiden que las mujeres trabajen en determinadas ocupaciones o sectores tendría efectos positivos, ya que reduciría las diferencias de productividad entre hombres y mujeres trabajadores entre un tercio y la mitad, y aumentaría la producción por trabajador o trabajadora entre un 3.0 y 25 por ciento en distintos países.
Los sectores que más recurren a la mano de obra femenina experimentan una mayor expansión en los países en que existe una mayor igualdad para las mujeres. La relación también funciona a la inversa: en los países que poseen una ventaja para la fabricación de productos que dependen más de la mano de obra femenina también se ha alcanzado una mayor igualdad de género.
Datos de la Cepal indican que en los últimos 10 años la participación de las mujeres en la vida laboral se ha estancado a 53 por ciento, es decir que de cada 10 mujeres, 5.3 logran ingresar al mercado laboral y de ese grupo, el 78 por ciento están ocupadas en sectores definidos por el organismo como de baja productividad, lo que significa peores remuneraciones.
MÉXICO, DEBAJO DE LA MEDIA GLOBAL
El último reporte Global Findex del Banco Mundial que indica la penetración financiera por género con datos al 2014, señala que en México el 65 por ciento de los hombres de más de 15 años tenían una cuenta bancaria y para las mujeres el porcentaje se reduce a 58 por ciento. Son 7 puntos de diferencia, una brecha mayor a las cifras globales de 71 y 67 por ciento de hombres y mujeres, respectivamente.
Sin embargo, los números en México están por encima de la media en América Latina en donde el 49 por ciento de las mujeres tiene una cuenta bancaria contra el 54 por ciento de los hombres.
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