Con el reciente anuncio de la imposición de aranceles al aluminio y acero por parte de Estados Unidos, se abre la posibilidad de que ese país decida abandonar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), así consideró Moisés Kalach, coordinador del Cuarto de Junto.
"Creemos que en el momento en el que se dispara el tema de aranceles crece un poco el riesgo de poder recaer en ese escenario (la salida de Estados Unidos)", explicó.
Aunque por ahora, dijo, no han visto señales claras de Estados Unidos al respecto.
"Yo creo que estamos en un momento difícil de la relación comercial entre México y Estados Unidos. Nosotros no somos los que nos metimos en este ring, nosotros estamos siendo responsables y estamos respondiendo cuidando los intereses de nuestros país, de sus empresas y de sus empleados", comentó.
La parte mexicana, explicó, actualmente intensifica su estrategia de cabildeo, para que las otras dos partes tengan presente que México no se levantará de la mesa y seguirá poniendo acento en temas que considera clave.
Estos tópicos son las reglas de origen automotriz, la 'cláusula sunset', la solución de controversias y la estacionalidad de frutas y verduras.
El empresario comentó que es baja la probabilidad de lograr un nuevo acuerdo comercial antes de finalizar este año. Aunque no detalló cuál es la probabilidad, ésta es menor al 40 por ciento, precisó.
"Es difícil que yo defina un porcentaje porque dependerá de la flexibilidad que podrá tener el Gobierno americano, que hoy no se está mostrando mucha flexibilidad", detalló.
"No importa qué tan difícil sea el camino y qué tan difícil sea el proceso, queremos el acuerdo correcto", agregó el coordinador del Consejo Consultivo Estratégico para las Negociaciones Internacionales del Consejo Coordinador Empresarial.
El 1 de julio culmina el TPA, un permiso que otorga el Congreso de Estados Unidos por tiempo limitado a la administración en turno para negociar tratados internacionales.
La parte negociadora mexicana seguirá de cerca el proceso de renovación del TPA, ya solicitada por el Gobierno de Donald Trump, ya que de ser negado dicho permiso, se negociaría con dos instancias: con la administración actual y el Congreso estadounidense.
México tendrá que aprender a negociar internacionalmente a campo abierto
Ante la apertura de la 'guerra de los aranceles' del presidente estadounidense, Donald Trump, la renegociación del TLCAN ha pasado a un quinto plano y, en donde México, entrará a una etapa en donde las reglas de comercio internacional se van a fijar de acuerdo a la oferta y demanda, afirmó la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC).
Cuauhtémoc Rivera, presidente de la ANPEC afirmó que con los aranceles que interpuso Donald Trump a México y Canadá prácticamente ya estamos instalados en una 'guerra comercial' de gran profundidad.
Durante la presentación de los resultados de su Octava Encuesta 'Por una agenda para la microeconomía mexicana', el representante del sector del pequeño negocio sostuvo que el comercio tendrá como regla la incertidumbre.
"México empieza a entrar a una etapa en donde el no acuerdo del TLCAN significa aranceles, actividad comercial con reglas no definidas. Es decir, vamos a entrar a una etapa en donde las reglas de comercio internacional se van a fijar de acuerdo a la oferta y demanda y a la correlación de fuerzas de la misma demanda y de la misma oferta", aseveró Rivera.
El ejercicio aplicado durante la segunda quincena de mayo a comerciantes, trabajadores y clientes de mil 142 pequeños puntos de venta en la Ciudad de México, Jalisco y Nuevo León, arrojó que 60 por ciento ve que la renegociación del TLCAN no le va a beneficiar, por lo que ya nadie va hablar de la renegociación del acuerdo comercial.
Rivera advirtió que la solución no es responder con aranceles, ya que el mayor afectado son los mexicanos, al incrementarse la inflación. Por lo que la ANPEC, tras las elecciones, revelará una agenda de trabajo al próximo presidente para encarar los nuevos tiempos comerciales.
En otro tema, en los últimos años, ANPEC advirtió de las consecuencias negativas de que el Gobierno actual no haya tomado medidas para fortalecer la economía de las familias y su poder de compra.
"A la fecha, el acumulado de la depreciación lleva a millones de personas a vivir por debajo de la línea de bienestar mínima necesaria. Por ello, el 47 por ciento de los encuestados consideran que para contrarrestar estos efectos de inflación y elevar el poder de compra, se necesitan mejores salarios", dijo el líder de la ANPEC.
Con información de Clara Zepeda.