CIUDAD DE MÉXICO.- Uno de los principales activos de la empresa Oceanografía está por escaparse de las manos del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE).
El buque Goliath, el mayor del mundo en su tipo, valuado en al menos 200 millones de dólares, podría ser vendido por los tenedores de un bono que se usó para financiar su adquisición y que se encuentran representados por la firma noruega Norsk Tillitsman.
Héctor Orozco Fernández, titular del SAE, dijo ayer en entrevista con Radio Fórmula, que el barco no se había encontrado entre los activos de la empresa.
"Estamos revisando específicamente el caso de OSA Goliath para entender muy bien en qué circunstancias se encuentran, porque en los registros contables de la empresa no está registrada", señaló.
Sin embargo, según documentos a los que tuvo acceso EL FINANCIERO, OSA Goliath, presunta subsidiaria de Oceanografía, sí tenía en propiedad al barco, y éste y las acciones de la empresa eran garantía de un bono de 160 millones de dólares.
El destino del Goliath será decidido el 25 de marzo cuando a las 13:00 horas, tiempo de Oslo, haya una llamada telefónica entre los dueños de los bonos para aprobar la venta del barco.
En dicha reunión serán aprobados los mecanismos para que los acreedores aporten un máximo de 15 millones de dólares para la recuperación del barco, monto que incluye honorarios de consultores financieros de Bingham McCutchen, de agentes y delegados, así como los costos asociados al manejo y operación del barco, de acuerdo con una carta emitida por la firma europea.
También serán designados dos directores independientes para sustituir a los directores de la empresa con sede en Singapur, OSA Goliath, la cual fue propietaria del barco hasta que cayó en una situación de impago el mes pasado, de acuerdo con una carta de Norsk Tillisman a los tenedores de dichos bonos y con fuentes cercanas al proceso.
El barco y las acciones de la empresa OSA Goliath Pte. Ltd. fueron la garantía de la deuda de 160 millones de dólares respaldada en bonos que pagarían 12 por ciento de intereses anuales, con vencimiento en 2018, emitidos por OSA Goliath, que tuvo a Oceanografía como empresa "madre".
Al caer en default, los tenedores de los bonos ejercerán su derecho de garantía y se cobrarán con el barco el adeudo principal, más los intereses que en conjunto suman también aproximadamente unos 200 millones de dólares, de acuerdo con la fuente que pidió el anonimato.
PIDIERON ESCONDER DEFAULT
Norsk Tillisman, pidió información a OSA Goliath luego de que su compañía tenedora, Oceanografía, fuera inhabilitada por la Secretaría de la Función Pública (SFP).
En carta fechada el 19 de febrero del 2014, la compañía aceptó no haber pagado 18.8 millones de dólares el 15 de enero correspondientes a un crédito de 335 millones de dólares con Citibank y pidió en una segunda carta no declarar un evento de default, que no fue aceptado.