Jim Rogers, el presidente de Roger Holdings, está seguro de que la economía de Estados Unidos estará en recesión en los próximos 12 meses.
Durante una entrevista en Bloomberg TV, el famoso inversor dijo que hay un 100 por ciento de probabilidades de que la economía estadounidense se contraiga en un plazo de un año.
"Han pasado siete u ocho años desde la última recesión en los Estados Unidos, e históricamente se producen cada cuatro a siete años por el motivo que sea. Al menos siempre ha pasado eso", dijo. "No tiene por qué pasar en cuatro a siete años, pero basta con ver la deuda, que es enorme".
La mayor parte de los economistas de Wall Street considera que las probabilidades de una recesión en los Estados Unidos en ese lapso son mucho menores, de menos de 33 por ciento.
Rogers no aclaró qué podría desencadenar un proceso de desapalancamiento desordenado y recesión, pero aseguró que la vacilación o la desaceleración de la economía en China, Japón y la zona del euro significan que hay muchos canales de contagio posibles.
El ex socio de George Soros sugirió que si los inversores se concentran en los datos adecuados, observarán que hay indicios de que la economía estadounidense ya vacila.
"UNA BURBUJA"
"Al observar las… cifras de impuesto a las nóminas (en los Estados Unidos), se comprueba que ya son planas", concluyó. "No que hay que prestar atención a las cifras del gobierno sino a las cifras reales"
A la luz de la turbulencia económica que pronostica, Rogers tiene una posición larga en relación con el dólar estadounidense.
"Hasta podría convertirse en una burbuja", dijo, haciendo referencia al dólar. "Si los mercados del mundo se derrumban, por ejemplo, todos van a poner su dinero en dólares estadounidenses, y podría convertirse en una burbuja".
Rogers agregó que un fortalecimiento del dólar estadounidense históricamente ha sido negativo para las materias primas, la clase de activo por la que el inversor es más conocido.
Si bien suele hablarse del yen como moneda de refugio, no se beneficiará en el caso de una huida a la seguridad debido a la persistente gran expansión del balance del Banco de Japón, según Rogers, que dijo que el viernes pasado abandonó su posición en yenes.
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