Pese a que los pronósticos sobre el crecimiento de la economía mundial han mejorado para este año y el 2019, el Banco de México reconoció que el entorno externo es más incierto y más volátil que hace un par de meses, lo que podría provocar tensión en los mercados financieros de las economías emergentes y poner mayor presión sobre el peso.
"Hay que destacar que el entorno externo se ha tornado más incierto y más volátil, con una tendencia a un menor apetito por el riesgo", dijo el gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León, en la presentación del 'Informe Trimestral de Inflación' correspondiente al primer trimestre de 2018.
Díaz de León explicó que la demanda por activos financieros de economías emergentes se mantuvo sólida durante el primer trimestre del año, pero en las últimas semanas los flujos de capital hacia estas economías se moderaron significativamente en las últimas semanas, reflejando un menor apetito por riesgo. En este sentido, el gobernador de Banxico advirtió que la situación política en Europa podría intensificar este ambiente de menores flujos hacia los emergentes.
"La incertidumbre política asociada a Europa obviamente puede afectar, reforzar este menor apetito por el riesgo y la búsqueda de activos más seguros", señaló el gobernador de Banxico.
La baja demanda de activos financieros de economías emergentes condujo a una depreciación considerable de la mayoría de las divisas de estos países y alzas en las tasas de interés, incluyendo a México.
El banco central resaltó que, desde mediados de abril a la fecha, el peso mexicano ha mostrado un aumento en su volatilidad y una depreciación importante que lo ha llevado a ubicarse a finales de mayo en alrededor de 19.60 pesos por dólar.
Entre los factores que han provocado la depreciación del peso se encuentran el aumento en las tasas de interés de Estados Unidos y el fortalecimiento generalizado del dólar, así como la incertidumbre asociada a la renegociación del TLCAN y al proceso electoral.
Asimismo, sobre su evaluación de la economía global para el mediano y largo plazos, el Banco de México aseguró que los riesgos se han incrementado, entre los que destacan la mayor volatilidad en los mercados financieros internacionales, un escalamiento de medidas proteccionistas y la materialización de algunos eventos geopolíticos.
"Los riesgos han comenzado a reflejarse recientemente en una mayor volatilidad en los mercados financieros, observándose un incremento en las tasas de interés, una apreciación del dólar frente a las principales monedas, un menor apetito por riesgo, una moderación en los flujos de capital hacia las economías emergentes y una depreciación considerable en la cotización de la mayoría de las divisas de esas economías, las cuales están enfrentando condiciones de financiamiento cada vez más astringentes", indicó.
Clave, incertidumbre en ciberseguridad
En su reporte, la autoridad monetaria indicó que la inversión en ciberseguridad por parte de las instituciones financieras se ha vuelto una precondición para garantizar la preservación de la estabilidad financiera.
"Las medidas que puedan tomarse en materia de seguridad de la información no solo reducen el riesgo que enfrentan las instituciones que las implementan, sino el que enfrentan sus contrapartes y sus clientes", apuntó en su informe.