Citibanamex consideró que el impacto financiero y económico de la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) sería significativo para el país en el corto y mediano plazo.
En una nota especial explicó que si bien el escenario base más probable y más positivo de la próxima consulta ciudadana sobre el destino del proyecto aeroportuario está en que se decidirá su continuidad, también admitió que conforme se acerca la fecha el pronóstico es más reservado.
En ese sentido, advirtió que la cancelación del NAIM traería consigo repercusiones económicas y financieras en el horizonte, las cuales incluso llevarían a revisar negativamente la perspectiva macroeconómica de México.
Señaló que entre los costos previsibles de frenar el proyecto en materia de productividad, la cancelación implicará cerrar la única opción viable para expandir la capacidad aeroportuaria de la zona metropolitana de la Ciudad de México.
Además de las multas financieras y la pérdida del capital invertido, que conforme algunos cálculos ascienden a alrededor de 120 mil millones de pesos, es decir, cerca 0.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), incluyendo más 1.3 mil millones de dólares de recursos públicos ya devengados.
Asimismo, indicó, se intensificará la percepción en los mercados de que el próximo Gobierno tomará decisiones públicas de forma discrecional y populista, con lo que la inversión privada enfrentaría un ambiente económico más incierto hacia el futuro.
Adicionalmente, sostuvo, la cancelación del NAIM activaría diversos convenios que garantizan a los tenedores de bonos que mantendrán el flujo de ingresos proveniente de los cargos a pasajeros, lo cual limitaría la disponibilidad de recursos para financiar Santa Lucia o cualquier otro proyecto alternativo.
Citibanamex afirmó que la controversia por la consulta ciudadana del NAIM, junto con el perfil que ha tomado el discurso anti-Texcoco, recientemente, inyectó nerviosismo a los mercados.
Por ello, adelantó que bajo ese nuevo contexto, "si se materializa la cancelación se procedería a revisar negativamente nuestra perspectiva macroeconómica"; por el contrario, de ratificarse la continuación de la construcción, el proyecto podría pasar de un esquema público/privado a otro de concesión.
Por último, aseveró que el resultado de la consulta será además un parteaguas indicativo de la forma en que la próxima administración usará este tipo de esquemas de democracia directa para tomar decisiones de política pública en el futuro.