El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, dice que los fabricantes de automóviles deben producir los autos que venden en Estados Unidos dentro del país o de lo contrario tendrán que pagar un elevado impuesto.
El martes, Trump criticó a General Motors por fabricar el Chevrolet Cruze con puerta trasera en México. Durante su campaña solicitó un arancel de 35 por ciento para los autos producidos al sur de Río Grande. Sin embargo, para que Estados Unidos no traslade algunos empleos al sur ayudaría más aumentar el libre comercio, no imponer aranceles.
Después de que Trump criticó a GM, Ford anunció que cancelaría los planes para construir una planta de mil 600 millones de dólares en México. A pesar de esto, GM y Fiat Chrysler planean producir casi un millón de autos más en México hacia el 2022, según LMC Automotive, y medio millón menos en Estados Unidos. No están solos.
Durante los últimos cinco años, los productores de automóviles se precipitaron en construir fábricas en México.
Diversificación. Se espera que para el 2018 un 28 por ciento de la producción de autos en México se dirija a países distintos de Estados Unidos y Canadá. Esta proporción aumentaría notablemente desde el 18 por ciento de 2015.
Las compañías automovilísticas más grandes habían anunciado al menos 22 mil millones de dólares en inversiones y cerca de 25 mil empleos en las plantas nuevas o ampliadas en México hacia el 2019.
VENTAJA ARANCELARIA
La mano de obra más barata es sólo una de las razones por las que México ha visto un repunte en la producción de autos nuevos.
Aunque los bajos salarios del país han sido la gran atracción, una de sus principales ventajas es que México ha firmado acuerdos comerciales con 44 países, facilitando para los fabricantes de vehículos el acceso a la mitad del mercado automovilístico mundial libre de aranceles.
Estados Unidos tiene acuerdos comerciales similares con solo 20 países, que representan 9 por ciento de las ventas mundiales de autos, según el Centro de Investigación Automotriz (CAR, por su sigla en inglés) de Ann Arbor, Michigan.
Un vocero de GM dijo que la mayoría de los Chevy Cruze con puerta trasera que Trump criticó son exportados al extranjero. Varias de las nuevas plantas en México están produciendo vehículos utilitarios deportivos pequeños y autos compactos como el Cruze que son más populares entre los compradores en Sudamérica y Europa.
Esto significa que, para que Trump traiga de regreso los empleos a Estados Unidos, haría mejor en buscar el tipo de mercado abierto que México creó.
Karl Henkel, vocero de Ford, dijo que la decisión de fabricar los autos Focus y Fusion en México "no solo está vinculada al acuerdo que tenga los aranceles más bajos". Dijo que efectivamente los bajos costos son importantes, especialmente en México, pero la ubicación de las plantas depende de múltiples factores.
Para tener una mejor apreciación de la ventaja de México, consideremos un sedán mediano de 25 mil dólares fabricado y enviado desde México con uno en Estados Unidos.
Los fabricantes de automóviles pueden pagar a los trabajadores mexicanos mucho menos. La remuneración horaria total en la fabricación de vehículos es cerca de un 80 por ciento menor para los trabajadores mexicanos en comparación con los de Estados Unidos. Considerando el tiempo de montaje para un auto mediano común, un fabricante puede ahorrar 600 dólares por vehículo en costos de mano de obra.
México envía dos millones de vehículos al año a Estados Unidos, más de la mitad de su producción total. Para 2018, un 28 por ciento de la producción mexicana será exportada a países distintos a Estados Unidos y Canadá, en comparación con el 18 por ciento en 2015.
En contraste, menos de 10 por ciento de la producción estadounidense se envía al extranjero porque las plantas estadounidenses tienden a fabricar vehículos más caros y porque los acuerdos comerciales de México han convertido al país en una potencia exportadora.