Adrienne Heintz, una especialista en marketing de Atlanta, descubrió una manera confiable de ganar salarios más altos, y los economistas de la Reserva Federal están tomando nota.
La exalumna de la Universidad de Auburn cambió de trabajo dos veces en los últimos dos años y, como resultado, obtuvo aumentos salariales de diez y ocho por ciento.
"Cambiar posiciones interna o externamente es, en definitiva, el camino más rápido para un salario mayor", según la profesional de 28 años.
Heintz no está sola en su planteamiento, ya que un creciente número de estadounidenses están cambiando de empleadores en busca de más dinero. Esta tendencia está llamando la atención de los economistas laborales, que estudian cada vez más la manera en que cambiar de trabajo genera aumentos en sus compensaciones.
El nuevo enfoque llega en un momento en que la antigua teoría que dice que la tasa de desempleo puede ayudar a predecir los movimientos en los salarios y la inflación está bajo la lupa.
Estudiar el impacto de los cambios de trabajo representa "un análisis más matizado y profundo de los mercados laborales y entrega un mejor panorama de lo que realmente está pasando", según James Bullard, presidente del Banco de la Reserva Federal de St. Louis. "Si observamos a finales de los noventa, el desempleo bajó al 3.8 por ciento y no tuvimos tanta inflación", dijo.
CONEXIÓN MÁS FLEXIBLE
Los analistas encuestados por Bloomberg tampoco esperan que tasas de desempleo más bajas estimulen los precios al consumidor en los próximos años.
Estiman que la inflación calculada por el índice de precios de gastos de consumo personal permanecerá en el objetivo del dos por ciento de la Fed en 2018 y 2019, incluso aunque la tasa de desempleo caiga por debajo del 4.8 por ciento actual.
Al comentar sobre el vínculo entre desempleo e inflación, el presidente del Banco de la Reserva Federal de Atlanta, Dennis Lockhart, dijo que "la conexión no parece ser tan estricta como lo era en la teoría".
La presidenta de la Fed, Janet Yellen, reconoció este mes que la relación entre el desempleo y los precios al consumidor se ha debilitado, pero advirtió que no se debe descartar una teoría que existe desde los años cincuenta.
"En una situación en que los mercados laboral y de productos son restringidos, la inflación tiende a subir", dijo Yellen.