En la administración del presidente Enrique Peña Nieto se desembolsaron 2.7 billones de pesos para pagar intereses de la deuda, que significa un incremento de 75 por ciento respecto a lo gastado en el sexenio de Felipe Calderón, de 1.5 billones de pesos, y de 125 por ciento en comparación con los 1.2 billones de pesos con Vicente Fox.
Datos disponibles desde 1990 y estimados a 2018 de Hacienda indican que la erogación en los 29 años será de 6.6 billones de pesos.
El costo financiero es un gasto que está sujeto a las condiciones del mercado en términos de tasas de interés, mientras que la deuda en capital extranjero lo está a la fluctuación del tipo de cambio.
José Luis de la Cruz, presidente del IDIC, explicó que el costo financiero en los últimos años es mayor a varias de las partidas presupuestarias del gasto programable. Por ejemplo, de 2010 a 2018 se pagaron intereses por 3.6 billones de pesos, que es cercano a todo el gasto programable presupuestado para 2018, a casi 13 años del presupuesto en educación pública, 29 años de lo destinado a salud y 33 años del gasto en desarrollo social.
Seguirá siendo
"El costo financiero continuaría creciendo como consecuencia del incremento en las tasas de interés", prevé HR Ratings en un reporte.
Estiman que el gasto en el pago de intereses de la deuda pasará de 2.78 por ciento del PIB al cierre de 2018, a 2.83 por ciento en 2019 y en 2024, al final del sexenio de López Obrador, sería 3.01 por ciento.
Felix Boni, director general de análisis de HR Ratings, destacó en entrevista que si bien se espera un superávit primario adecuado para cubrir estos costos financieros, este rubro y los indicadores de la deuda están presionados.
"En el primer semestre de 2018 hubo elementos que hicieron que el costo financiero fuera muy alto, vamos a ver en el segundo, pues se reportan los gastos del IPAB, y fueron bastante altos", añadió.