El principal temor de los inversionistas con la guerra comercial entre China y Estados Unidos, y de la imposición de aranceles sobre distintos productos por ambas partes, es el impacto que esto pudiera tener sobre el crecimiento económico global y las utilidades corporativas.
"El sentimiento de aversión al riesgo se elevó debido a la decisión del gobierno del presidente Donald Trump de imponer aranceles por alrededor de 50 mil millones de dólares a la importación de 100 productos provenientes de China, por lo que la confrontación entre las dos principales economías del mundo pudiera mermar el crecimiento global y las utilidades de las empresas", manifestó Alejandro Padilla, director de Estrategia de Banorte-Ixe.
Para Richard Turnill, responsable global de Estrategias de Inversión de BlackRock, la reacción inmediata del mercado frente a los seis acontecimientos de riesgo comercial más importantes desde 2002, que incluyen desde aranceles para el acero, hasta grandes enfrentamientos en la Organización Mundial del Comercio, desencadenó en distintas reacciones, como en el oro o el yen, que tuvieron un buen desempeño, mientras que las acciones de China, lideradas por los bienes durables de consumo y los fabricantes de vehículos, sufrieron las pérdidas más grandes.
"Si verdaderamente ocurre una guerra comercial, tendría un impacto aún mayor en una gama de activos", sentenció Turnill.
Para Gerardo Copca, director de análisis y estrategias del mercado de capitales de MetAnálisis, el crecimiento económico y las posteriores ganancias corporativas más sólidas agregarán sustancia y dirección positiva al mercado de valores. Sin embargo, es improbable que los tres trimestres restantes de 2018 tengan un recorrido fluido debido a una variedad de preocupaciones. El problema vendrá en el próximo año, cuando las corporaciones intenten exceder sus resultados de 2018.
"Mi principal preocupación es la posibilidad de una economía sobrecalentada, principalmente por los salarios más altos, lo que resulta en un panorama inflacionario que obligaría a la Reserva Federal (Fed) a adoptar una postura más agresiva en las tasas de interés, descarrilando hasta cierto punto el mercado alcista actual", destacó Copca.