Aún es temprano para medir el impacto que las medidas de contingencia tienen en los pequeños comercios, sin embargo, ya detectan una disminución en consumo y en uno o dos meses podría verse desabasto y alza en precios, consideró Enrique Guerrero, director de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México (Canacope).
"Cuando la gente se mueve en auto aprovecha para detenerse en lugares que encuentra a su paso, cuando se mueve en transporte público sólo le preocupa llegar a su destino. Los comerciantes vemos esta afectación, no hay números, pero sabemos identificarlo", dijo Guerrero, en el marco de una conferencia de prensa en la que la Cancope anunció una Alianza con Transportista.
Guerrero llamó al gobierno de la Ciudad a establecer una excepción de la política pública para los camiones utilizados en el transporte de productos perecederos, pues la contratación de fletes externos llevaría a una subida de precios al público.
Sobre la logística de los productos "de exhibidor", el director comentó que existe un impacto inmediato en las rutas que las grandes empresas planean, tanto de preventa como de venta. A su juicio, las políticas generarán un ligero desabasto inmediato debido a lo complejo de estas rutas.
"En festivos o puentes las empresas surten más o te reponen la visita el domingo, pero es complicado que las tiendas puedan comprar por anticipado porque no hay capacidad económica, y la reposición de visita se puede hacer una o dos veces, pero durante tres meses es muy difícil", puntualizó.
Por su parte, representantes del Consejo para la Defensa de los Derechos Humanos de los Transportistas A.C. y la Unión de Transportistas Nacionales Nuevo Milenio A.C. pidieron ser incluidos el proceso de búsqueda de las soluciones que exige la contingencia, al tiempo que se reafirmaron como actores indispensables de la infraestructura necesaria para la movilidad de la metrópoli.
Los transportistas llamaron a establecer nuevas fórmulas de movilidad ante el reto que representa el Hoy No Circula, y solicitaron al gobierno eliminar la sobrerregulación de la que son objeto actualmente e invertir en la otorgación de créditos blandos para la sustitución de unidades, pues están seguros que los nuevos vehículos se traducirían en menores tiempos de traslado.