Los precios al consumidor en México se elevaron 3.36 por ciento anual al cierre de 2016, con lo que se ubicaron en su mayor nivel en dos años.
Fueron impulsados principalmente por el avance en los precios de los alimentos y mercancías no alimenticias, de 4.4 y 3.76 por ciento, que en conjunto aportaron 1.4 puntos al índice inflacionario, un 40 por ciento del total, según los registros del Inegi.
De acuerdo con analistas de Citibanamex, el moderado pero continuo avance de la inflación del año anterior respondió principalmente al impacto de la debilidad del peso frente al dólar y a la mayor fortaleza del mercado interno.
El índice inflacionario se ubicó dentro del rango objetivo del Banco de México, de tres por ciento, más /menos uno por ciento. Sin embargo, analistas prevén que en este mes supere el cuatro por ciento.
Edward Glossop, analista de Capital Economics, indicó que la tendencia ascendente de la inflación aún no termina y las alzas en los precios de las gasolinas y las nuevas presiones sobre el tipo de cambio elevaran el índice inflacionario por arriba del rango objetivo del banco central en el corto plazo.
El aguacate fue el producto con el mayor incremento en el año, de 58 por ciento, seguido del frijol, la pera y el azúcar, con avances de 30.8, 28.5 y 28, respectivamente.
Durante el último mes del año la inflación subyacente apuntó un aumento de 3.44 por ciento en el año, el dato más significativo en más de cuatro años.
Por el contrario, el componente no subyacente observó una inflación más baja que la del mes previo, con un dato de 3.13 por ciento, el cual habla de la menor presión que ejercieron los precios de productos agropecuarios, los cuales reportaron la menor variación en cuatro meses.
No obstante, los precios de energéticos y las tarifas autorizadas por el gobierno sí registraron un repunte para ubicarse en 2.49 por ciento, la mayor inflación en el segmento en más de un año.
Los analistas de Banorte indicaron que la trayectoria ascendente del índice estará determinada por el incremento y la liberalización de los precios de la gasolina, el mayor traspaso de la depreciación del tipo de cambio a precios y el impacto del incremento del salario mínimo.
presiones al productor.
El Índice Nacional de Precios al Productor (INPP) reportó en diciembre el nivel más alto desde diciembre de 2008, es decir, en un periodo de ocho años.
Se ubicó en 8.51 por ciento, en gran medida al impacto de la depreciación del peso, que derivó en un encarecimiento de los insumos utilizados por los industriales.
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