Los precios al consumidor en México se elevaron a 6.3 por ciento anual en la primera quincena del presente mes, impulsados por un repunte en los precios de bienes agropecuarios y energéticos.
Con este ajuste en precios se registra la mayor inflación desde la primera mitad de enero de 2009, un lapso de casi ocho años y medio.
Los energéticos, las mercancías no alimenticias y los alimentos, destacaron con las mayores incidencias en el comparativo anual del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC).
En conjunto estos tres rubros aportaron 3.6 puntos porcentuales de la inflación, según datos del Inegi.
Los principales aumentos se dieron en los productos no subyacentes, de los que la economía no tiene mucho control o son administrados por el gobierno, como son los agropecuarios y los energéticos, explicó Jorge Gordillo, director de análisis económico de CiBanco.
El analista también resaltó que el grupo subyacente, conformado por los productos más estables, en términos quincenales parece haber limitado su crecimiento.
Sin embargo, a tasa anual el segmento se mantuvo en expansión para llegar a una tasa de 4.82 por ciento, la más alta en cerca de ocho años.
A su interior, con un aumento de 6.31 por ciento, las mercancías estuvieron ligeramente por debajo del nivel de la quincena previa. Por el contrario, el segmento de los servicios tocó su mayor nivel inflacionario en dos meses con un alza de 3.56 por ciento anual.
PRESIÓN EN PRODUCTOS DEL CAMPO
El segmento no subyacente repuntó con una tasa anual de 11.07 por ciento, que revela la inflación más significativa para el rubro en poco más de 14 años.
Este comportamiento ha sido influenciado por el incremento en los precios de los agropecuarios, que en el mismo periodo de 2016 jugó a favor del índice de precios y actualmente presiona su incremento. Anualmente estos productos aumentaron a su mayor tasa en cerca de dos años, con 7.97 por ciento.
Los precios de los energéticos y las tarifas autorizadas por el gobierno avanzaron 13.12 por ciento, su nivel más bajo en tres quincenas.
Gordillo advirtió que los precios de los agropecuarios van a seguir jugando en contra a lo largo del verano. No obstante, también contempla que la temporada de rebajas en las tiendas departamentales y los descuentos al cierre del año como el Buen Fin, podrían ayudar a compensar el efecto del agro y acotar el crecimiento el indicador.
En comparación con la última quincena de mayo la inflación fue de 0.15 por ciento. Las tarifas del gas LP, el jitomate y los precios para boletos de avión, fueron los rubros de mayor incidencia en este aumento, con aportes de 0.037, 0.030 y 0.020 puntos, respectivamente.
El tomate verde (-0.018), la gasolina Magna (-0.015) y el huevo (-0.013), fueron los bienes que restaron al crecimiento el INPC.
CERCA DEL MÁXIMO
Con los datos más recientes sobre los precios, con riesgos al alza por la tendencia creciente de los precios de los agropecuarios y la cautela sobre el impacto del tipo de cambio en los precios, las estimaciones sobre cuándo se alcanzará el pico máximo se ubican entre julio y septiembre.
Mientras analistas de Banorte y Vector estiman que el pico de la inflación se alcance en agosto, Citibanamex lo ha adelantado a julio, en tanto que CiBanco prevé que se dé en septiembre.
Alejandro Cervantes economista senior de Banorte, precisó que el máximo para el índice será en la segunda quincena de agosto, cuando llegue a alrededor del 6.5 por ciento anual. No obstante, señaló como riesgo que los precios de los alimentos procesados aumenten y aceleren el pico.
Adrián Muñiz, subdirector de análisis económico de Vector Casa de Bolsa estima que el pico sea cercado al 6.4 por ciento, para de ahí converger hacia un 6.1 por ciento.
"Agropecuarios podría sorprender a la baja, dado que ha estado bastante adelantado y podría moderarse e incluso caer un poco, lo que podría hacer que el pico se adelante. Sin embargo, no se puede descartar que el segmento de mercancías vuelva a tener un poco de fuerza en su crecimiento. Esos dos factores tienden a ser muy volátiles", dijo.